Cataluña

La reválida catalana del PP

Los próximos comicios municipales serán claves para medir la auténtica potencia de tiro del PP

El efecto Feijóo reflejado en unos sondeos que mantienen –salvado el CIS de Tezanos– media docena de puntos de ventaja del Partido Popular frente al PSOE de celebrarse ahora elecciones generales está resultando un auténtico bálsamo en una formación demasiado acostumbrada a que le salten las costuras cuando se permanece en la oposición y a contemplar determinados movimientos del líder nacional mirados con lupa muy en clave interna. La ausencia de Núñez Feijóo de la manifestación celebrada hace días en Barcelona en defensa del castellano no resultó trance agradable para un partido que trata de recuperar presencia y terreno perdido en Cataluña, pero hay que reconocerle al líder popular que el control de daños ha ido parejo al momento de gracia en la demoscopia, en contraste con las bajísimas horas de la aun presidenta de Ciudadanos, Inés Arrimadas, y el renqueante momento del líder de Vox, Santiago Abascal, ambos en primera línea de pancarta en actos como la citada manifestación pero sobre todo afilando armas para la batalla de municipales en Cataluña, donde también se juega quién será referente del centro derecha.

Pero el «efecto Feijóo» tal vez no se antoje suficiente en una región que no deja de ser estratégica para cualquier partido con vocación de gobernar el país. Un buen papel en Cataluña es clave junto a Andalucía para el Partido Socialista, renqueante en esta segunda comunidad, pero robustecido en la primera, mientras que para el PP es mucho más sencillo llegar a la Moncloa aun obteniendo un resultado corto en la comunidad catalana, lo que no le exime –como ocurrió en la etapa Rajoy– de la anómala paradoja de ser formación casi testimonial en un territorio de tal complejidad e importancia. El amplio hueco político abandonado por Ciudadanos ha dejado también una evidente carga de melancolía en el centro derecha catalán, que corre el riesgo de convertirse en testimonial si ese espacio dejado por Arrimadas recala en el PSC con mayor convicción que lo que representa la derecha ideológica teniendo en cuenta que gran parte de ella continúa cubierta por el paraguas de JxCat y los herederos de la antigua convergencia. Los próximos comicios municipales serán claves para medir la auténtica potencia de tiro del PP y ahí, salvada la garantía contrastada de García Albiol, queda el experimento Dolors Montserrat y mucho, pero que mucho camino por andar. Todo lo que no sea crecer será fracaso.