Impuestos

Su esfuerzo de usted, señora

Dado que la presión fiscal sobre quien no paga es artificialmente reducida, la operación correcta será dividir la recaudación no sobre el PIB sino sobre quienes pagan los impuestos

Los socialistas de todos los partidos defienden una idea que presentan como de puro sentido común, a saber: dado que los impuestos son más elevados en Europa que en España, entonces deberían subir aquí.

Aquí hay una doble trampa, lógica y económica. La trampa lógica es, naturalmente, que, suponiendo que los impuestos que paga el ciudadano europeo medio fueran más altos que en España, eso no justifica la subida de impuestos en nuestro país.

Pero, además, ¿es acaso incuestionable que la fiscalidad europea es más onerosa que la nuestra? Varios estudios lo refutan.

Ignacio Ruiz-Jarabo hace números al respecto en su último libro, que comentamos aquí el domingo.

En principio, la reivindicación antiliberal parece ajustada a los hechos. Según la forma habitual de medir la presión fiscal, es decir, dividiendo la recaudación total por el PIB, resulta que la presión fiscal en España es del 37,5 %, mientras que la media de la Unión Europea es del 41 %.

Ahora bien, como es evidente, hay quien paga impuestos y quien no. Dado que la presión fiscal sobre quien no paga es artificialmente reducida, la operación correcta será dividir la recaudación no sobre el PIB sino sobre quienes pagan los impuestos. Si el fraude fiscal fuera del 25 %, la presión fiscal sería 37,5 % dividido por 75 %, lo que daría un cociente del 50 %, muy por encima de Europa. E incluso suponiendo un fraude fiscal mucho menor, digamos, del 10 % del PIB, la presión fiscal sobre los que pagan sería del 41,66 %, también superior a la media europea.

Pero, además, es absurdo suponer que todos los europeos somos iguales, con lo que hay que incorporar la renta per cápita o renta media del país para conocer lo que se llama el esfuerzo fiscal.

Si no lo hiciéramos, incurriríamos en la contradicción de defender la progresividad fiscal en España, pero la proporcionalidad de la misma en Europa.

Ruiz-Jarabo cita un estudio del economista Daniel Lacalle en este sentido, con una conclusión clara: si en presión fiscal España ocupa la décima posición de Europa, en esfuerzo fiscal está en primer lugar.

Recuérdelo usted, señora, cuando vengan los supuestos progresistas a contarle a usted que hay «margen» para crujirla aún más con impuestos porque usted paga poco.