Política
El giro catalán y sus efectos en las generales
El PSOE confía en que su política conciliadora con el independentismo le sirva de salvoconducto para recuperarse en las urnas
La salida de Junts del Gobierno de la Generalitat se interpreta, a primera vista, como un triunfo de Carles Puigdemont desde Waterloo, pero a la larga lo más previsible es que Junts no aguante la travesía por la oposición sin escindirse. El ex conseller Jaume Giró buscará refundar el ala moderada de Junts, intentando sumar al PDCAT, y buscando el perdón de la cúpula empresarial, mientras sigue con sus proyectos económicos. El PSC apoyará los Presupuestos de ERC en Cataluña y ERC los de Pedro Sánchez en el Congreso. Y el ex ministro Salvador Illa intentará convertirse en el partido refugio de todos los que sean anti procés.
Ahora bien, en la ecuación habrá que ver si acaban de encajar todas las piezas. Moncloa tiene motivos para pensar que tiene una nueva oportunidad en Cataluña, y la división independentista desarma a ERC en Madrid ante una negociación presupuestaria en la que el PSOE tenía ya asegurado de antemano, bajo el ruido de sables, eso sí, la aprobación de las cuentas.
En medio de estos cálculos cae de golpe la amenaza de que Cataluña pueda no ser ya determinante en las próximas elecciones generales, y es justo ahí donde la ecuación no acaba de encajar. El vuelco en Andalucía abrió un nuevo escenario político y electoral, y este feudo, hasta ahora bastión del PSOE y ahora en manos del PP, puede contar más que Cataluña en la decisión sobre quién gobierna La Moncloa tras las generales.
El PSOE confía en que su política conciliadora con el independentismo, sin llegar a dar lo que no está en manos de Sánchez, pero con polémicas decisiones en la factura, como el indulto a Junqueras y compañía, le sirva de salvoconducto para recuperarse en las urnas y tumbar el pronóstico que a día de hoy anuncia que PSOE y Unidas Podemos no tendrán posibilidad de volver a sumar en coalición.
El problema es que entre los socialistas andaluces o manchegos, por poner un ejemplo, no se han olvidado de los indultos, y, aunque en Moncloa les cueste creerlo, y no escuchen a los líderes autonómicos de estas dos Comunidades Autónomas, muchos de sus votantes no han perdonado aún esta decisión. El PSOE puede recoger ahora los frutos de la victoria del Estado de Derecho sobre el referéndum ilegal de autodeterminación, pero esto no es garantía de que Cataluña vaya a mantener a Sánchez en Moncloa. La decisión puede tomarse en Baleares, en Aragón, en Valencia, en Madrid y, por supuesto, en Andalucía. Las elecciones de mayo aclararán el camino.
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