Religion
Un cuento de Navidad quizá también muy incorrecto
Charles Dickens (1812-1870) escribió en 1843 su famoso «Cuento de Navidad», quizá políticamente incorrecto en su día, con el odioso Ebenezert Scrooge –patrón/jefe sin sentimientos– y Bob Cratchit su escribiente, obligado a trabajar incluso el 25 de diciembre. A pesar de todo, el primero era infeliz y el segundo disfrutaba con su familia. Casi 180 años después, la Navidad es muy diferente, sobre todo en Occidente. Alguien podrá encontrar ejemplos actuales de Scrooge y Cratchit, pero son excepciones, que no impiden que el mensaje de Dickens siga vigente.
La Navidad, al margen de las creencias personales, es una fiesta de la tradición cristiana: religiosa, cultural y social. Radicales y antisistemas buscan sus orígenes en las Saturnales paganas, pero es mezclar churras con merinas. Coincide también que las Navidades se celebran sobre todo –aunque de diferentes formas– en los países democráticos del mundo, lo que no evita que se sumen autocracias, pero no las teocracias musulmanas ni la dictadura comunisto-capitalista china, sociedades con otras tradiciones, unas de raíces más religiosas y otras menos.
Pablo D’Ors es un sacerdote católico y escritor. Estudió en Nueva York, Praga y Viena y se doctoró en Roma con una tesis titulada «Teopoética». Estuvo destinado en una misión claretiana en Honduras. De regreso a España fundó «Amigos del Desierto», asociación para profundizar la dimensión contemplativa de la vida cristiana, fue nombrado por el papa Francisco consejero del Pontificio Consejo de la Cultura y, sobre todo, inició una carrera de ensayista y novelista, en la que destacan la «Trilogía del Silencio» por un lado y la novela «Andanzas del impresor Zollinger», por otro. «Biografía de la luz», su último libro, apareció en 2021 y fue entonces cuando D’Ors explicaba que «según el Dios en el que crees, se organiza la sociedad y la política de una determinada manera. El politeísmo lleva a una organización sociopolítica diferente de la que saldría del monoteísmo. La consecuencia política del monoteísmo sería la teocracia. Pero es que el cristianismo no es simplemente una religión monoteísta como el islam o el judaísmo, es un monoteísmo trinitario. Esto significa que importa tanto la unidad como la pluralidad, de ahí que no sea de extrañar que sea en Occidente donde se haya generado la Democracia». Y donde se celebra la Navidad, que también debería servir de pretexto para una tregua política en España. Navidad y democracia, orígenes comunes. Otro cuento de Navidad, quizá muy incorrecto, como el de Dickens. ¡Feliz Navidad!
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