Parlamento Europeo
El Rabatgate y la vecindad
«El Gobierno, sin duda, tiene sus razones para apoyar a Marruecos en el Parlamento Europeo, pero debe explicarlas»
Demócrito de Abdera (circa 460-circa 370 A.C.) ya advirtió de que «es ruinoso tratar de ayudar a los vecinos», mientras que Maquiavelo (1469-1527) recomendaba al Príncipe que procurara que «los principales vecinos deseen hacerle el bien y teman causarle daño». No está claro en qué posición queda España con Marruecos después de que los 17 eurodiputados socialistas, que seguían instrucciones directas del ministro Albares y en definitiva de Sánchez, votaran contra de la resolución de la Eurocámara –salió adelante por 356 votos a favor y 32 en contra– que mostraba su preocupación por las «sospechas de que responsables marroquíes hubieran intentado sobornar a eurodiputados».
En Bruselas, como explica el semanario alemán Der Spiegel, hablan del «Rabatgate» y creen que Marruecos ha jugado, desde el principio, un papel mucho más importante que Qatar en el escándalo –en periodo de investigación– que llevó a la detención por la policía belga de la exvicepresidenta del Parlamento Europeo, Eva Kaili, su pareja y su padre, entre otros implicados. Der Spiegel revela que el servicio secreto de un país aliado advirtió a los belgas, en el invierno de 2022, que una organización sospechosa de estar al margen de la ley trataba de hacer valer los intereses marroquíes con ayuda de europarlamentarios. Las primeras investigaciones policiales colocaron en el radar al DGED, el Servicio de Inteligencia Marroquí, que dirige Yassine Mansouiri, amigo y compañero de Mohamed en el College Real, que es una escuela que funciona en el Palacio Real –con una sola clase– cuando el hijo de un rey llega a edad escolar. Más tarde, el entonces heredero y Mansouri estudiaron Derecho y cuando Mohamed llegó al trono nombró a su compañero jefe de la inteligencia exterior marroquí. Los investigadores belgas creen que Adderrahim Atmoun, embajador de Marruecos en Polonia, pero muy bien relacionado en Bruselas y París, también ha jugado un papel muy importante en el asunto. No obstante, todavía queda mucho por aclarar en el «Rabatgate» y habrá sorpresas. Sánchez, sin duda, tiene sus razones para hacer lo que ha hecho, pero necesita una explicación convincente, aunque sea algo de vecinos, ya sean como los veían Maquiavelo o Demócrito.
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