Opinión

“Solo Sí es Sí” y trenes que no caben en los túneles

Todo lo sublime pero en negativo, está acreditado que lo alcanza el sanchismo. La hemeroteca audiovisual está plagada de declaraciones del presidente del Gobierno Pedro Sánchez, cantando las maravillas de su ley de «Garantía integral de libertad sexual», contra el maltrato a la mujer, y considerada por él como un auténtico referente mundial en la causa del feminismo. Debía ser su gobierno paritario y tan feminista el que lo liderara, y su extraordinaria ley más conocida por la del «Solo Sí es Sí», era la prueba evidente de ello. Según el cuestionario monclovita distribuido al efecto, todas las señoras ministras recitaron el guion recibido a coro, repitiendo una tras otra, primero las excelencias del proyecto de ley aprobado colegiadamente por el Gobierno reunido en Consejo de Ministros al ser remitido al Congreso de los Diputados, y otra vez tras su materialización en ley por la mayoría sanchista de la Cámara. Tan sublime norma entró en vigor tal día como hoy hace exactamente cuatro meses, es decir, el pasado 7 de octubre y de momento su éxito se mide en un centenar al mes de violadores y maltratadores juzgados y cumpliendo condena, que están siendo los únicos beneficiarios de la misma al ver reducidas sus penas, lo que conlleva que incluso cada mes, diez de ellos salgan de la prisión y recuperen anticipadamente la libertad. Ante ello, la ministra Montero y su coral feminista, cargaron contra los jueces acusándoles de ser los responsables de tal desastre por ser «machistas y fascistas», llegando incluso a acusar en sede parlamentaria al PP de promover la «cultura de la violación» por las críticas a su ley. Finalmente, y ante el interminable goteo de fallos judiciales aumentando sin parar la cifra de maltratadores y violadores que ponen en riesgo los intereses electorales tan próximos, el líder ha cedido a la fuerza de la evidencia optando por una rectificación unilateral. Sin acuerdo con sus socios y sin hablar con la oposición –muy parecido a su reforma del Código Penal para amnistiar por la puerta trasera a sus aliados separatistas– han registrado una proposición de ley para intentar paliar el desastre. Hay que decir que el daño causado es irremediable y que solo afectará a los maltratadores y violadores futuros, pero consideran que al menos tienen algún relato ante las urnas. Pero como lo sublime no tiene límites para el sanchismo, ahora comparte pantalla noticiable el caso de los trenes que no pueden circular porque no caben en los túneles. Recuerden que él llegó a la Moncloa para salvar la calidad democrática de nuestro sistema político. Sobran palabras.