La ministra Aagesen señalo sin matices la responsabilidad de Red Eléctrica en el gran apagón que empujó a España a las penumbras del tercermundismo. El informe del Gobierno fue concluyente en la deficiente programación del gestor REE el día previo al suceso y también en su respuesta para enfrentar la crisis del pasado 28 de abril. No suele suceder que entre sanchistas se ajusten cuentas de esta manera y ayer la presidenta de REE, Beatriz Corredor, intentó de manera infructuosa edulcorar el juicio y la condena a su figura de Aagesen. Por supuesto, descartó dimitir, con renuncia de todas las gabelas inherentes al cargo, y endosó las culpas a las eléctricas por «fallos y desconexiones no justificadas». Se busca chivo expiatorio. Aagesen y Corredor fueron negligentes e incompetentes en un drama que costó vidas. Veremos las consecuencias, puede que penales, del desastre que intentaron relativizar.