A pesar del...

Chaves y sus «minolles»

«El TC no ha declarado inocente a nadie, hay que volver a juzgar». Veremos. Entre tanto, no olvidemos los «minolles» y los millones.

Manuel Chaves, «el bueno de Manolo», como lo llamó Felipe González, tenía gracia hasta en el guiñol que hicieron de él, aprovechando que en un mitin habló de «minolles». Sospecho, empero, que no se equivocó, sino que pretendía distraer al respetable, para que no prestara atención al cortijo progresista y a su fraude de larga data –declaró hace poco Carlos Bustelo, ministro que fue de Adolfo Suárez: «los socialistas se pusieron a robar al día siguiente de llegar a La Moncloa».

Así como suele ir de la mano de la corrupción, no hay socialismo sin «relato». Se ha ido puliendo, pero su fundamento se mantiene, a saber: los socialistas son buenos, cuidan del pueblo en general, y en especial de los más débiles, y deben ganar las elecciones para restablecer la igualdad y la justicia social, y luchar contra el franquismo. Y da igual que sea todo mentira, hay que seguir machacando. Y ahí siguen, yendo siempre un paso más allá de lo que nos parecía imposible.

Le faltó tiempo, pues, a Chaves, para contarle a El País que él no hizo nada malo –¿cómo va a hacerlo un progresista?– y que todo fue culpa de la derecha y la ultraderecha, y la jueza instructora, pero por suerte Pumpido lo ha arreglado. Increíble, pero parece pensarlo así. Los socialistas, asegura, se limitaron a cuidar del proletariado en tiempos de crisis: «Algo tenía que hacer el Gobierno y lo hicimos. Y lo hicimos con la mejor voluntad del mundo». Típico. Y también es típico el admitir exclusivamente una deficiencia en la comunicación: «Faltó pedagogía, faltó información y eso es responsabilidad nuestra». Lo demás, no. Con un par.

La audaz operación puede salirles mal, como apuntó Pedro de Tena en Libertad Digital: «Hay quien cree que el escándalo de los ERE ha terminado con la decisión del Tribunal Constitucional de ‘amnistiar’ a sus responsables condenados. Pero esta decisión, que desautoriza al poder judicial en su totalidad, hace que el escándalo de los ERE en 2024 sea más intenso y políticamente insoportable. De hecho, no sólo no ha terminado, sino que acaba de empezar de nuevo». Coincidió el entonces consejero portavoz del Gobierno andaluz, Ramón Fernández-Pacheco, según leí en LA RAZÓN: «El TC no ha declarado inocente a nadie, hay que volver a juzgar». Veremos. Entre tanto, no olvidemos los «minolles» y los millones.