
Opinión
Controlar al navarro
Es casi imposible que alguno de los exgenerales no acabe diciendo lo que no debe

Parece que a Santos Cerdán le va bien en la cárcel de Soto del Real. Ha hecho amigos, le regalan tabaco y se ha dado cuenta de que hay allí buena gente, enchironada nadie sabe por qué, como él. Por eso, nuestro Santos ha pedido que le dejen ya en libertad, argumentando otra vez que las cintas grabadas por Koldo García están manipuladas, no sabemos muy bien por quién. Será por la Inteligencia Artificial o por uno que pasaba por allí, pero ni al fiscal ni al juez Leopoldo Puente le ha convencido semejante argumento, en la medida en que ambos entienden que la acumulación de indicios es abrumadora y únicamente él conoce el fondo de la trama.
En los audios se escucha con claridad como Cerdán le suelta a Koldo expresiones del tipo: «De esto, ni hablar». O sea, que son cosas que no se mencionan nunca, «ni entre nosotros». Como si no existieran, vaya. Solo que Koldo era tozudo y se empeñó en grabarlo todo, porque no se fiaba ni de sí mismo. Ahí es donde la ex mano derecha de Pedro Sánchez está atrapado.
Las grabaciones hablan y será cuestión de ver quién tiene más aguante, si Santos con sus nuevos amigos de presidio o la Justicia manteniéndole en el trullo hasta que al final cante. Y es que por muchos cartones que te regalen, Soto del Real no es el mejor lugar del mundo para vivir. De modo que al final se acaba uno cansando. Solo que el ex secretario de Organización de los socialistas parece un tipo metódico, de esos que no se agotan.
Le han sacado al hombre del vídeo del segundo año triunfal, tras perder-ganando aquel 23J. En ese vídeo, Santos es como Dios, el padre de la obra, si interpretamos los arrumacos begoñiles y las miradas cómplices de Sánchez. Santos, el arquitecto de la victoria. Currículum no le faltaba: la manipulación de las primarias, su «fontanera» al frente del voto por correo y, año tras año, dándole coba al nacionalismo indepe, con Antxon al frente de Servinabar. Curioso que allí enchufaran hasta al otrora jefe de la Sepi, Vicente Fernández, que pasó de ser presidente del emporio público supremo a jefe de marketing de una miniempresa con apenas una decena de empleados.
Siendo como era de Sevilla, amigo de Mari Chus, ya es raro que acabara en Pamplona, llevando la gestión comercial de una diminuta constructora, semipropiedad de Cerdán. Cosas de la vida. Casualidades sin mucha explicación. Como no se explica el motivo por el que Santos tiene tantas visitas en prisión, y el hecho de que Instituciones Penitenciarias no quiera revelar la identidad de los entrantes. Un secreto como el de los vuelos del Falcon a República Dominicana. La UCO de la Guardia Civil entiende que es importante saberlo, pues Cerdán está en Soto justo para evitar que pueda andar por allí como Pedro por su casa.
Cerdán parece un tipo metódico, de esos que no se agotan
Pero se ve que nuestro hombre se encuentra cómodo no, lo siguiente, tal y como aseguran las acusaciones, que intoxican con la historia de que le protege el ministro Grande-Marlaska. Al de Interior parece que le va la vida en este asunto, y ha puesto al DAO a husmear cualquier movimiento de la UCO. Hay demasiados intereses en juego y prima, sobre todo, el de controlar cuánto hace y dice Cerdán. Se trata de atar en corto al navarro.
Con el que parece que no pueden es con José Luis Ábalos. El exministro sigue soltando pildoritas, ayer para decir que el rescate debió de ser cosa de Begoña Gómez, porque él se lo encontró hecho en el Consejo de Ministros. Es casi imposible que alguno de estos exgenerales no acabe diciendo lo que no debe.
Es el problema de Sánchez. O al menos uno de ellos. Menos mal que Almodóvar sigue confiando en nuestro líder.
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