El puntazo
Clamor contra una ministra peligrosa
Lo del Estatuto es una muesca más en una gestión que ha logrado algo casi imposible, deteriorar hasta el extremo el ámbito de la sanidad a pesar de contar con mínimas competencias
No es algo habitual, por más que este gobierno casi se haya impuesto esa obligación, que un ministro concite tal grado de oposición a su desempeño que alcance unanimidades. Mónica García lo ha conseguido y Madrid será testigo de esa censura general de la profesión médica, con todos sus colectivos, asociaciones, colegios y sociedades en la calle para protestar contra el despropósito denominado Estatuto Marco del Personal Estatutario del Sistema Nacional de Salud (SNS), alumbrado por la reprobada. El periplo de esta activista reconvertida en ministra ha empeorado el peor de los augurios tras su paso por la política madrileña. Su talante desabrido ha obstaculizado cualquier entente con sus compañeros facultativos. Lo del Estatuto es una muesca más en una gestión que ha logrado algo casi imposible, deteriorar hasta el extremo el ámbito de la sanidad a pesar de contar con mínimas competencias.