Moda

10 días, 10 grandes triunfos

La Razón
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Reiterando temáticas de semanas pasadas –en el estudio Agatha Ruiz de la Prada no paramos ni un solo minuto. Nuestros esfuerzos no son meramente retóricos ni conceptuales, si no que movemos Roma con Santiago y Júpiter con Saturno en nuestro día a día. El aceleramiento que llevamos encima es algo fuera de lo común; y para que os conste que no exagero os dejo como ejemplo nuestros últimos 10 días:

Empezamos el maratón multicolor en México, donde Agatha Ruiz de la Prada –en persona– acudió al festival fashionístico Breathless 2018 en Cancún. (Su nombre no podría ser más apropiado, aunque aún nos faltarían unas cuantas barreras por franquear antes de pensar en quedarnos sin aliento). Allí, entre frenéticas clases de Zumba y sesiones de fotos en piscinas multitudinarias, como solo las hay en los mejores resorts de Cancún, Agatha fue un hito total. Su divertido y veraniego desfile se celebró a beneficio del Cuerpo de Bomberos de Cancún, cuyos servicios resultarían indispensables entre tanta fogosidad.

Simultáneamente –el mismo día en Madrid– se celebraba un desfile infantil, también benéfico, en el Hotel Meliá Serrano en apoyo al Duchenne Parent Project España, cuya asociación ayuda a niños y familiares afrontados por la distrofia muscular de Duchenne y Becker.

Unos días más tarde ya estábamos moviéndonos en varios frentes, con Tristan Ramírez (CEO) haciendo su debut de modelo sobre las pasarelas de Cochabamba y Agatha presentando nuestra nueva colección de bolsos Clòe en los grandes almacenes Altabrisa de Mérida.

Esa misma noche –la del 7 de marzo– contó con otro súper desfile agathista en la pasarela Fashion Rock Sol&Mar 2018 de Mérida, México. Deslumbrante y vestida con floripondios naranja fosforito, Agatha conquistó otra multitud de corazones más, festejando sus triunfos con bailoteos hasta las tantas (sincronizándose al entusiasmo fiestero mexicano).

Al día siguiente, Tristan y Cosima causaron sensación en la Bolivia Fashion Week, con un elaborado desfile de mujer –a todo color y a todo volumen. Al siguiente, lo hicieron con un adorable desfile de niñas, en el que Cosima tuvo ocasión de lucir sus sorprendentes dotes como susurradora de mini-modelos. Mientras que Agatha (brevemente retornada a Madrid) celebraba su 25 aniversario con los extraordinarios papeleros catalanes Miquel-rius. Juntos habían vendido más de 12 millones de cuadernos y productos en 83 países del mundo mundial.

El 10 de marzo los que causaron sensación esta vez fueron los jugadores del equipo de Waterpolo de Murcia, quienes estrenaron nuevos y llamativos «speedos» Agatha Ruiz de la Prada en ocasión de la III Fiesta del Deporte de Murcia. El día 11 fardó de otros dos desfiles benéficos (y agathistas) más –uno de mujer y otra de niñas– en el Hotel Parador Atlántico de Cádiz, en honor a la Asociación Española Contra el Cáncer.

El 12 de marzo Agatha Ruiz de la Prada volvió a cruzar el charco con un súper desfile en California, en colaboración con el polivalente Domingo Zapata (magnate exnovio de Scarlett Johanson, ahora convertido en artista y diseñador). El centro cultural Mac-Arthur de Los Angeles vibró con una inimitable muestra de optimismo españolista en la «Los Angeles Fashion Week 2018». Auténticas piezas de arte se subieron a la pasarela, toiles agathistas pintadas a mano por Zapata, manifestando mensajes de amor y libertad ante un público sediento de ellos.

Al día siguiente –el 13 de marzo– aterrizaron Agatha y Cristina (su inseparable mano derecha) en Montevideo, Uruguay, para medir el progreso de la mágica producción de ballet que maquinábamos de la mano del Ballet Nacional de Sodre. Esta fue la culminación de muchas odiseas y uno de los momentos más felices de la vida de Agatha Ruiz de la Prada –tanto persona como corporación.

El 15 de marzo – este mismo jueves – por fin se estrenó nuestro gran evento protagonista del año, La Bella Durmiente dirigida por Igor Yebra y coreografiada por Mario Galizzi, actual director del Ballet Nacional de México. Fue una verdadera locura y fantasía colorista, toda a base de esferas y lunares multicolores, delirantes y fascinantes. Agatha misma se emocionó profundamente al ver su vestuario cobrando vida entre piruetas sobre el escenario. Y está convencida de que solo es el principio de esta genial producción de ballet, que sin duda nos llevará a una nueva serie de aventuras agathistas.

(En verdad, los acontecimientos de este articulo han sucedido a lo largo de 12 días. Sin embargo, a Agatha, jefa suprema, le divertía más la idea de proclamar 10 grandes triunfos –9 desfiles y un ballet– en 10 días. Hemos aceptado esta imposición de tiempos propios, ya que en el universo Agatha Ruiz de la Prada todo se mueve a un ritmo fuera de los ámbitos estandarizados...).