Julián Redondo
El precio de Chicharito
Asedia el Barça a cuantos rivales se enfrenta. No especula, confía en su potencial armamentístico y acude a la guerra con todo el arsenal. Su obsesión por la victoria es comparable al ansia por apuntarse la Liga. En esta crucial y exigente lucha sin cuartel que mantiene con el Madrid, rota en todas las posiciones menos en vanguardia, donde Messi, Neymar y Luis Suárez ocupan tres demarcaciones innegociables para Luis Enrique. Juegan sí o sí, cualquiera que sea el equipo de enfrente. Y responden.
Cuando podía, Ancelotti no hacía rotaciones y ahora que tiene tres pilares en la enfermería improvisa sin volcarse en cambiar las caras habituales del equipo. Para deshacerse del Atlético prefirió alinear en el centro del campo a Sergio Ramos que a Illarramendi, Lucas o Khedira, sustitutos «naturales» de Modric. Para relevar a Benzema, no a Bale porque tiene a James e Isco en el repertorio, prefirió a Chicharito antes que a Jesé y acertó de pleno. El mexicano le devuelve la confianza con goles, que celebran sus compañeros como si fueran propios. Chicharito es buena gente y un futbolista aprovechable que Van Gaal no piensa repescar ni harto de vino y que el Madrid aún no sabe si fichará porque cuesta 20 millones de euros. ¿Los vale? Raúl Jiménez, el mexicano del Atlético, costó 10,5, ha jugado más que su compatriota y sólo ha marcado un tanto. Al Madrid le compensa la cesión y a Simeone el fichaje no le responde, luego es caro.
La cuestión, no obstante, es si el Madrid pagará al Manchester United 20 millones por este jugador o, dado que Van Gaal lo deprecia, hará una oferta muy a la baja. El sueldo se lo gana, desde luego.