Reyes Monforte

Haciendo camino

Desde que el Papa Francisco llegó al Vaticano hemos podido escuchar como los nuevos aires envuelven sus opiniones, sus propósitos de futuro y sus líneas de actuación. Se agradece descubrir que empiezan a abrirse ventanas y puertas para ventilar algunas habitaciones que se mantenían demasiado cerradas para los tiempos que corren y para la sociedad que lo observa con hambre de un espíritu aperturista, sin duda más acorde con la realidad de la calle. Para los anales de la historia quedarán ya las primeras opiniones del Papa Francisco en las que se preguntaba quien era él para juzgar a los homosexuales o para negar la comunión a los divorciados que , en boca de un Pontífice, resultaban igual de chocantes que de reconfortantes ya que no había sido lo habitual hasta ahora. Congratula saber que la naturalidad y el sentido común del que hace gala el Papa Francisco siempre que tiene ocasión, está creando escuela, a juzgar por lo que está sucediendo estos días en el Sínodo. Muchos representantes de la Iglesia están hablando estos días sobre los temas en los que esta institución debe focalizarse sus esfuerzos y entregarse, como la familia, la fe, la pobreza, los problemas diarios que están asolando a la sociedad como el paro, la precariedad económica, la inmigración, las desigualdades sociales, las injusticias y otros problemas sociales que deben ser sus verdaderas preocupaciones, lejos de cualquier polémica política o de otra índole externa donde quizá estén un poco más perdidos, y lo que es igual de grave, puedan hacer que el resto también se sienta perdido. Está bien que cada uno reconozca su camino para hacer el paso más fácil a los demás.