LaLiga Santander
Inoportuno
A Luis Enrique no le van a distinguir en su vida con el «Premio Naranja» ni aunque mejore un monólogo de Leo Harlem en el Club de la Comedia. El humor no es lo suyo, ni siquiera el negro. Ha somatizado el cabreo de tal manera que coge un berrinche con cualquier color del semáforo. No soporta las críticas y quién sabe si recurre a las velas negras cuando le señalan. Pudo disculparse con un periodista al que menospreció, no lo hizo y vino a decir que verdes las han segado y que «le importa un bledo» lo que piensen de él. Pues, por si no lo sabe, en la encrucijada, cuando cualquier elección es errónea, el viento sopla de cara y la tostada cae siempre del lado de la mantequilla, las lenguas se afilan. Pero él se viene arriba porque después de humillar al «plumilla» la sala de prensa no se quedó vacía y algun compañero del ofendido rió la maldita gracia. Pues sí, «Lucho», el Barcelona ha perdido una velociad, como consecuencia de un bajón físico, y lo está pagando.
Luis Enrique, héroe de la temporada 20014-2015, ganador de todos los títulos excepto la Supercopa de España, ha sido inoportuno, tan inoportuno como la nueva lesión de Gareth Bale, que seguramente jugará el sábado contra el Rayo, pero que se va a perder el partido de vital importancia con el Villarreal, un rival con mucho cuajo, aunque le siga a 15 puntos de distancia.
Inoportunas fueron las lesiones que se cebaron con las figuras del Atlético en el curso 2013-14, aunque ganó la Liga, pero perdió la de Campeones. Arda desapareció en los partidos culminates y Diego Costa en los instantes decisivos. Hoy el equipo de Simeone luce pletórico, con la plantilla en una forma envidiable, que da miedo, y cruza los dedos para protegerse de lo inoportuno.