Política

Francisco Marhuenda

La previsibilidad de un presidente

La Razón
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En estos tiempos en los que proliferan los «listos» que tienen fórmulas mágicas, como si fueran los herederos de Merlín, no deja de sorprender que no las hubieran ofrecido hace un tiempo. Rajoy ha afrontado una de las legislaturas muy complicadas, en la que ha tenido que tomar decisiones difíciles e impopulares. Al igual que el resto de gobernantes europeos en sus circunstancias, ha sufrido un importante retroceso electoral. La previsibilidad es una de las características que siempre me ha parecido positiva de su carácter, así como la seriedad, el rigor y la eficacia. Por ello, nunca he dudado de que las elecciones se celebrarían a finales de noviembre. Es un debate tan falso como interesado, aunque nos gusta mucho a los periodistas y a los políticos de la oposición.

No hay ninguna razón para adelantarlas, y mucho menos para hacer una interpretación que permitiera llegar a enero. Ni diciembre, con la Navidad, ni enero, con la tradicional cuesta, son fechas propicias para votar. Es cierto que cada día que pasa se nota con mayor intensidad la recuperación, pero la victoria ya no se dirime sólo en la economía. Es importante, pero ahora es el momento de hacer cambios profundos, sean o no necesarios, para dar un mensaje claro y contundente. Hay que movilizar tanto al partido como al Gobierno. Algunos de los que ofrecen fórmulas mágicas serían incapaces de ganar unas elecciones en su comunidad de vecinos.

La política de pactos que estamos viendo, algunos realmente disparatados, siempre he pensado que sería un acicate para que Rajoy consiga una mayoría que le permita gobernar. No hay nada peor para nuestros intereses, me refiero a los de todos nosotros, que la inestabilidad y la incoherencia, porque sólo harían que provocar una nueva crisis económica. No es el voto del miedo, sino del sentido común. Es verdad que a Rajoy no le va la demagogia, el populismo y la frivolidad, pero prefiero un presidente serio a uno irresponsable. No estamos ante una posible alternancia desde la normalidad sino ante la izquierda antisistema.