El desafío independentista

Las dos Españas

La Razón
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España está dividida entre los que creen que en Cataluña no va a pasar nada y los que anuncian todo tipo de males y desgracias. Los primeros saben que habrá algaradas y manifestaciones, pero están convencidos de que prevalecerá el Estado de Derecho. Los otros, para armarse de razón, suelen aportar datos que han visto en TV3 y en los debates de La Sexta. Y cuantos más programas de estos canales ven, más en órbita se ponen. Esto es objetivo.

Pero aunque nadie sabe lo que va a pasar en Cataluña, sí sabemos lo que está pasando. Y cada día conocemos alguna buena noticia que nos hace seguir confiando en ese Estado de Derecho. Porque si algo hemos aprendido en todo este tiempo es que por nuestra historia, o a pesar de ella, las leyes se cumplen en nuestro país. Tarde, pero se cumplen. Mi experiencia del País Vasco es que incluso cuando parecía que los asesinatos de ETA conducían a un callejón sin salida y el enfrentamiento social parecía más virulento e irreversible, surgían síntomas de esperanza que negaban la negrura de aquel presente.

Naturalmente que lo que está ocurriendo en las escuelas y colegios catalanes es una barbaridad; y resulta doloroso cómo los políticos nacionalistas han crispado una convivencia próspera y pacífica. Pero hay que sacar de la contrariedad oportunidad y por eso espero ya nadie en su sano juicio defienda en el futuro este sistema educativo que manda a los niños a las manifestaciones, o a estos políticos que tapan sus desvergüenzas vistiéndose de ideología.

Y una certeza más. La Guardia Civil y la Policía Nacional, que ya fueron ejemplares en el País Vasco hasta dar su sangre por la Patria, volverán a ser –ya lo están siendo– ejemplo de servicio a todos los españoles. Y no sólo por su obediencia a las decisiones judiciales o al Gobierno de España, sino por soportar afrentas de nuevo en silencio pero sin salir huyendo por el techo. Está faltando mucha ejemplaridad y sobrando cobardía en todo este «procés», pero de lo que estoy seguro es de que en los días próximos vamos a tener que renovar el agradecimiento a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Con su trabajo han impedido de hecho el referéndum, y con su entrega nos convencen de que aún tenemos motivos para confiar en el futuro.