Historia

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Por la concordia

La Razón
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Ortega y Gasset creía que Castilla fue la gran fuerza integradora de España mientras proclamaba grandes ideales en los que convergían los pueblos peninsulares, al representar una superación de todos ellos, pero con el fin de estos ideales comenzó un proceso de desintegración que impulsó la castellanización de España. Ante esta situación Ortega pregonó que el «problema catalán» había que conllevarlo sin intentar resolverlo. Sin embargo, Cambó quería lanzar un proyecto de concordia para superar las diferencias entre la España castellanizada y la España catalana, y convencer a castellanos y catalanas de la viabilidad y la conveniencia de ese pacto. Francesc Cambó fue uno de los políticos españoles más capaces y sensatos que ha dado Cataluña, el mejor dotado de su época, según Madariaga, pero cuya imagen ha estado deformada por una opinión pública radicalizada que fluía entre un españolismo centralista que lo tildó de separatista hasta un nacionalismo catalán secesionista que deseaba su muerte (dirigentes y militantes de ERC en los años 30 gritaban «¡Visca Macià! ¡Mori Cambó!»).

Abogado y financiero, fundador de la «Lliga Regionalista», movimiento catalanista conservador heredero de la mejor tradición catalana, concejal del Ayuntamiento de Barcelona, diputado en el Congreso y ministro de Fomento con Maura, reconocido intelectual, millonario gracias a sus innatas habilidades en los negocios, reunió una de las más fabulosas colecciones particulares de arte de España. Tuvo una trayectoria política marcada por grandes contradicciones como fiel heredero de Prat de la Riba, cuya idea principal era que Cataluña no podía desvincularse de España, sino todo lo contrario, pues debía dirigir la regeneración del país. La forma de entender la catalanidad de Cambó, como una quintaesencia hispana, generó enorme animadversión sintetizada en la funesta descripción que le hizo Niceto Alcalá-Zamora: «No se puede ser a la vez el Bolívar de Cataluña y el Bismark de España». Decisivo en su apoyo a los golpistas en 1936 a los que ofreció ayuda económica y propagandística ante los asesinatos cometidos por una izquierda populista y radical, desengañado por la política de un Régimen nefasto para la convivencia entre españoles, exiliado a Argentina, falleció mientras preparaba su regreso a España. Cambó elaboró un discurso que reivindicaba la autonomía de Cataluña dentro de España en el marco de la legalidad constitucional y apostó por la negociación y el pacto. Combatió el principio de las nacionalidades y consideró que el llamado «problema catalán» sólo podría resolverse si los catalanes decidían involucrarse en la gobernación de una España de la cual forma parte. Han pasado ochenta y seis años desde la publicación del famoso libro, y no hemos avanzado casi nada en la resolución del problema catalán. «Por la concordia» se cierra así: «Yo no puedo admitir que en España la inconsciencia pueda ser general y pueda ser eterna». No demoremos más la concordia entre los pueblos de España y superemos de una vez por todas el problema nacionalista, incorporando la visión de España auténtica, diversa, moderna y libre de nacionalismo que cada vez más catalanes expresan ya sin temor.