Elecciones Generales 2016
Qué sabe nadie de mi voto
Después de las dos últimas elecciones generales, del 20 de diciembre y del 26 de junio, han proliferado como nunca los editoriales, artículos, informes y todo tipo de comunicaciones que nos dicen: «No sabes lo que has votado, no tienes ni idea, pero te lo voy a desvelar yo», y nos cuentan unas historias para no dormir que nada tienen que ver con la realidad ni con lo que ha querido cada elector, confundiendo torticeramente las consecuencias del resultado electoral con los deseos de los votantes.
Es interesante reflexionar sobre las múltiples interpretaciones que descubren lo que hemos dicho los españoles en las urnas: «Los españoles no quieren más bipartidismo», «los españoles han dejado muy claro que no quieren mayorías absolutas y quieren pactos », y unas cuantas conclusiones más. Nunca me han convencido estos análisis, muchas veces interesados, de la voluntad del votante. Me parece que lo que cada votante dice al depositar su voto es, ni más ni menos, qué partido quiere que gobierne, quién quiere que sea el presidente del Gobierno, y además quiere que el partido al que vota tenga mayoría absoluta, sin manifestar nada sobre si quiere o no quiere pactos, bipartidismo o si le gusta más el mar o la montaña.
Yo voté al Partido Popular, queriendo que el PP tuviera mayoría absoluta, muy amplia, amplísima. Cuando deposité mi voto lo hice deseando que volviera a ser presidente Mariano Rajoy, que ha sacado a España de la quiebra en la que se encontraba. Creía yo que los votantes del PSOE querrían lo mismo para su partido y para Pedro Sánchez, y de forma similar los votantes del resto de partidos. Pues no es así, resulta que no queríamos eso; no sabíamos lo que de verdad deseábamos con nuestro voto hasta que gente iluminada y listísima nos dice que los españoles no queremos mayorías absolutas, ni bipartidismo –aunque PP y PSOE suman 222 diputados, el 63%–, queremos que haya pactos, y tampoco queremos que gobierne el partido más votado. Grandes revelaciones parecidas a las que hacía Carlos Jesús sobre Raticulín.
Otra afirmación «brillante» que hacen algunos de los que han perdido las elecciones es que en España no importa la corrupción, aunque es clarificador que lo expliquen hablando sólo de los millones de votos del PP, ni una palabra de los votos del PSOE. Quienes dicen esto, ¿saben cuántos votos más hubiera tenido el PP sin los casos de corrupción de algunos que militaron en mi partido? No lo pueden calcular, ni ellos ni nadie. La corrupción claro que importa, y mucho. A los que más, a los que militamos en un partido, en el que la inmensa mayoría de cargos públicos son honrados, y también a muchos ciudadanos que no nos han votado. Aunque estoy seguro de que con el buen gobierno de Rajoy y con las medidas adoptadas, y las que se adoptarán persiguiendo la corrupción, pronto volverán a confiar en el Partido Popular.
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