Ely del Valle

Serlo y parecerlo

Bárcenas está entre rejas y, en contra de lo que algunos pudieran pensar, eso es bueno. El efecto de un (presunto, siempre presunto) chorizo paseándose por la calle como si el hecho de haber estado a nómina del partido que ahora gobierna fuese una garantía de impunidad, no le estaba haciendo ningún favor al PP que, a cuenta de este (supuesto, siempre supuesto) pájaro, lleva unos cuantos meses de agonía y lo que te contaré, morena.

A partir de aquí lo que hace falta es que la Justicia actúe con rapidez, que es lo mismo que decir que sea justa, y que quien la haya hecho la pague y que quien esté libre de pecado pueda ir por la vida sin que le miren de reojo. Eso en lo que se refiere a cada una de las personas que por el hecho de formar parte de un partido están siendo cuestionadas permanentemente. En cuanto al colectivo, la cúpula del PP está todo lo tranquila que puede estar en las actuales circunstancias. La primera reunión del Comité Ejecutivo Nacional que se ha celebrado tras la entrada de Bárcenas en prisión ha demostrado que los líderes populares están dispuestos a hacer piña ante lo que no dejan de denunciar como un (posible, siempre posible) delito atribuible a un individuo y no al grueso del partido. Afirman que están dispuestos a contribuir con todos sus medios a que esto se aclare cuanto antes, como no puede ser de otro modo.

Ahora lo imprescindible es que esa voluntad se visualice de una manera que no deje ni el más mínimo resquicio a la duda, más que nada porque en los partidos ocurre lo mismo que con la manida mujer del César, a la que nunca le bastó con serlo mientras no lo pareciese.