Ángela Vallvey

«Ubi libertas»

Decía la expresión latina: «Ubi libertas, ibi patria», que en castizo viene a ser: «Donde hay libertad, hay patria». Es una expresión tan hermosa que no me extraña que Benjamin Franklin la adoptara como divisa. Resulta sencillo hacer patria del lugar que nos permite vivir en libertad. EE UU es uno de esos países del planeta construido noblemente sobre cimientos de libertad, algo del todo admirable. Reconozco que debo mi respeto por los USA a Alexis de Tocqueville y sus obras «La democracia en América» y «El Antiguo Régimen y la revolución», a su idea de la libertad en las sociedades democráticas. Frente al antiamericanismo de honda raigambre hispana, por no decir europea, hasta hace poco siempre me he mantenido firme en mi defensa de los «valores USA», que nunca he creído que se reduzcan a la Coca-Cola, el rifle, Hollywood y el McDonalds, como algunos aseguran. Incluso quienes en su momento se bebieron la leche del Plan Marshall aducen que era un calculador programa yanqui cuyo objetivo fue frenar el avance del comunismo más que desarrollar los huesos de los famélicos niños europeos de entonces... Porque los europeos olvidan fácilmente que fue Estados Unidos quien salvó el trasero de Europa dos veces en un siglo: en las dos espantosas guerras mundiales que devastaron al Viejo Continente.

Resulta inquietante la información que ha dado Snowden sobre los programas secretos de vigilancia de registros telefónicos y comunicaciones en internet efectuados por la SNA de EE UU. Además, ver cómo en comparación con las políticas de control liberticida de los USA, Rusia o Ecuador aparecen ante el mundo como capitanes de la libertad, es algo realmente... turbador. Me pregunto si es cierto, como dice Obama, que un ciudadano occidental tiene que elegir necesariamente entre libertad y seguridad, y no logro imaginar qué respondería Tocqueville.