Vaya par de Orioles

Junqueras y Pujol, los dos Orioles, podrían terminar formando un dúo de cómicos y forrarse haciendo giras por provincias. Por las provincias catalanas, donde al parecer todavía queda bastante gente dispuesta a reírles las gracias. Gracias como la de hablar del expolio al que Madrid, que simboliza para ellos el centralismo español que cada día se levanta para ver como le hace la pascua a Cataluña, lleva siglos cometiendo contra quienes viven del Ebro para arriba y hacia el Este. Esto dicho por alguien como el secretario general de Convergencia, sometido en la actualidad a la lupa de la fiscalía, tiene la misma credibilidad, fuera de lo que es su parroquia política, que la palabra de Bárcenas cuando habla del origen de sus cuentas en Suiza que, a lo peor, se termina convirtiendo en la patria chica de ambos si se demuestra que algunos ahorrillos de los Pujol también se encuentran guardaditos en tierras de Guillermo Tell. Esto del expolio, que no es nuevo, vuelve a utilizarse cuando hemos sabido que Cataluña no cumple ni de lejos los criterios de déficit. Y eso que hay que reconocerle a Artur Mas que empezó a utilizar la tijera bastante antes que Rajoy, entre otras cosas porque él ya gobernaba cuando el PP sacó de la pista en las urnas a Rubalcaba. Y los convergentes tuvieron que emplearse a fondo con los recortes porque el tripartido en el que estaba ERC, es decir el partido de Oriol Junqueras, había dejado un pufo de tamaño natural. Por eso el líder actual de los independentistas de pata negra quiere que Mas vaya otra vez a un notario, esta vez de forma simbólica, para que dé fe de que si continúa recortando es, naturalmente, por culpa de Rajoy. Parece mentira que quienes no se sienten españoles utilicen un truco tan genuinamente español como el de echarle la culpa al prójimo.