Nadie puede imaginarse un hospital, centro de salud o cualquier otra infraestructura sanitaria sin los profesionales de la enfermería. Sin ellos, el modelo, sencillamente, resultaría inviable. Necesitamos que esta premisa tan poco original sea tenida en cuenta cuando el colectivo demanda una justa puesta al día en sus reivindicaciones que son derechos. Lo son no únicamente para todos ellos, sino también para sus pacientes. En el Día Internacional de la Enfermería la carencia reconocida por las administraciones de 100.000 enfermeras para alcanzar la media europea supone hablar de sobrecarga asistencial y secuelas psicológicas que se manifiestan en bajas, la marcha a otros países de condiciones acordes con su responsabilidad o dejar la carrera. Con su trabajo se han ganado el reconocimiento y la consideración sin discriminaciones en el ejercicio pleno de sus competencias. Son esenciales y como tal deben ser tratadas.