Quisicosas
Dice Miguel Ríos que el fiscal general es bueno
Cuando se lo haces ver a los supuestos progresistas, te argumentan que «la derecha, más» y que «peor sería un gobierno de derechas», que es igual que replicar, ante la lluvia, que conviene no usar paraguas. Supongo que es como pertenecer a una secta
Bill Clinton usó de picadero el despacho más poderoso del mundo, Marcial Maciel era pederasta, el suegro de Sánchez se hizo rico con la trata de blancas (y blancos) y la corrupción ha afectado a todos los gobiernos que en España han sido. Es difícil poner la mano en el fuego por alguien. Más que la condena del fiscal general del Estado, me asombra que la izquierda lo siga defendiendo como un solo hombre. «Cuando ves una persona tan íntegra como Álvaro, cuando lo conoces... no soy amigo de él, pero he estado en algunas ocasiones con él y me parece un tipo de una ejemplaridad y una elegancia inusitada» dice Miguel Ríos. Tiene el cantante 81 años, imaginen lo que ha visto en la vida. Estar «en algunas ocasiones» con alguien no te permite valorar por qué dictó personalmente un comunicado de prensa sobre Alberto González Amador, por qué sacó al fiscal Julián Salto de un partido de fútbol del Atleti para conocer los detalles sobre el novio de Ayuso, por qué hizo borrar de inmediato todos los mensajes de su móvil relacionados con el caso. ¿Tiene el cantante datos que desconozcamos? «Era realmente dramático ver a un hombre bueno defendiéndose contra no sé qué acusación». La acusación, Miguel, es difundir datos de un contribuyente, un fiscal, es decir aquel cuya principal misión es proteger al pueblo. Desamparó a González Amador por servir a Pedro.
Las cosas que hemos visto estos días. «Fuera fascistas del Tribunal Supremo», «No al golpe de Estado en la Justicia» se gritaba en la Plaza del Obradoiro de Santiago de Compostela. «Golpistas con toga» se repetía en Madrid frente al Supremo (con Dolores Delgado -ascendida por García Ortiz y cesada por el Supremo- y Garzón de la manita).
No sé si García Ortiz es bueno, pero es un trepa. Se empeñó en ser fiscal general aunque el CGPJ no lo consideró idóneo. Enchufó injustamente a su protegida Dolores Delgado, cuyo nombramiento tuvo que ser revocado. Y fue descalificado por la Sala Segunda en su circular por la «Ley del Sí es sí». Un trepa obedece a su señor. A falta del texto de la sentencia, se empleó a fondo contra García Amador en los días de los hechos.
Cuando se lo haces ver a los supuestos progresistas, te argumentan que «la derecha, más» y que «peor sería un gobierno de derechas», que es igual que replicar, ante la lluvia, que conviene no usar paraguas. Supongo que es como pertenecer a una secta. Si el ministro Óscar López, líder del PSOE en Madrid, dice que se ha condenado «a un inocente sin pruebas» y Sánchez lo reitera, tú te pones un gorro y sales a corear.