Comunidad de Madrid

Aval a la gestión del ébola

El informe del Centro Europeo de Prevención y Control de Enfermedades (ECDC), cuyos expertos han evaluado estos días en Madrid la respuesta de la Sanidad española a la crisis del ébola, aprueba la actuación de los profesionales, valida las medidas de protección puestas en práctica y valora positivamente el esfuerzo realizado por la Administración en adecuar las instalaciones del Hospital Carlos III para hacer frente a la emergencia, a pesar de que es un centro que no fue diseñado para ello. En suma, el ECDC avala la gestión técnica y médica puesta en práctica por el Gobierno y la Comunidad de Madrid, al tiempo que los exonera del contagio de la enfermera Teresa Romero: «En el mejor de los niveles de protección siempre puede haber un accidente. En este caso se puede hablar de accidente fortuito de muy baja probabilidad haciéndose las cosas correctamente». Dicho de otro modo, si se ha producido el contagio no ha sido porque fallaran los protocolos de seguridad o por negligencia en el despliegue de medios, sino por un error, accidente o descuido que en su momento habrá que precisar. Debería bastar este informe independiente y fuera de toda sospecha para disipar la inquietud social que todavía persiste, devolver la racionalidad al debate y contrarrestar las insidias que se propalan a través de las redes sociales con el único objetivo de crear alarma. En este sentido, no estaría de más que la Policía y la Fiscalía General investigaran el alcance y autoría de la campaña a través de internet que persigue sembrar el pánico mediante la suplantación de webs respetables en las que cuelgan noticias falsas, bulos y rumores maliciosos. El informe del ECDC también debería ser suficiente para que ciertos sindicatos sanitarios, que aspiran a pescar en río revuelto, abandonaran el populismo de catástrofe y dejaran de difundir información manipulada. Los expertos europeos han enmendado en toda regla a ese sindicalismo de barricada que durante estos días ha intentado boicotear el trabajo de los profesionales induciendo al miedo y al abandono del puesto de trabajo. No cabe duda de que, una vez superada la crisis, también habrá que exigirles responsabilidades a esos sindicalistas asilvestrados. En todo caso, lo verdaderamente importante ahora es que la enfermera contagiada venza al virus y que los 17 ingresados sean dados pronto de alta. Mientras tanto, el comité especial creado por el Gobierno ha empezado sus trabajos reforzando la participación científica e intensificando las gestiones en el ámbito internacional para intercambiar información con aquellos países que también se hayan enfrentado al ébola. Ya nadie duda de que la amenaza se hará global y que, por tanto, la respuesta también debe ser del mismo tenor.