Brillante balance del Ministro del Interior

La décima legislatura ha cocluido con la tasa de criminalidad más baja de los últimos doce años –43,7 infracciones penales por cada mil habitantes– lo que convierte a España en uno de los tres países más seguros de la Unión Europea, que es lo mismo que decir del mundo. En este periodo de cuatro años, la criminalidad ha descendido un 10,9 por ciento, especialmente en los delitos que más gravemente afectan a la sociedad: los asesinatos, las agresiones sexuales y los robos con violencia. La tasa de homicidios española es de 0,65 por cada cien mil habitantes, mientras que la tasa media de la UE es de 1,2. Un balance más que satisfactorio, conseguido, además, en unos momentos de fuerte recesión económica y un mercado laboral devastado por el paro. El éxito es, por supuesto, de unas Fuerzas y Cuerpos de Seguridad que son, sin falsas modestias, de las mejores del mundo, pero, también, del ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, bajo cuya dirección política se han impulsado los nuevos planes operativos contra los robos en el campo y en las viviendas, así como los dispositivos de protección a ancianos, menores y turistas. España es un país más seguro, en el que sus ciudadanos, como recalcó el ministro, ven cumplido uno de sus derechos fundamentales, el disfrute de la libertad.