Nueva York

Protagonista de excepción

La editorial Planeta publica el segundo tomo de las memorias del ex presidente del Gobierno José María Aznar. Bajo el título «El compromiso del poder», Aznar aborda, como protagonista de excepción, los acontecimientos sucedidos durante su mandato, en un relato en primera persona, por momentos apasionante, que aporta luz a algunos hechos trascendentales de la historia reciente de España. Difícilmente hallará el lector en el texto intenciones exculpatorias o justificaciones a «posteriori «–LA RAZÓN ha tenido acceso en exclusiva a algunos extractos de la obra, como el capítulo referido al grave incidente con Marruecos a costa del islote de Perejil– sobre las decisiones adoptadas por el ex presidente. Por el contrario, sí asistirá a los procesos políticos y estratégicos que determinaron esas decisiones, en los que no jugaban exclusivamente actores españoles, sino también representantes extranjeros contrarios a los intereses de España. Así, Aznar pone de relieve un asunto en estos momentos de tanta actualidad como es la determinante labor de los servicios de Información de un Estado a la hora de afrontar un escenario de crisis. Y de su texto se desprende que el Gobierno se vio huérfano en algunas ocasiones decisivas de una información de calidad. Así, en la crisis de Perejil, en la que Aznar descubre que se enteró de la acción marroquí porque, casualmente, una patrullera de la Guardia Civil detectó la presencia de hombres armados en el islote, sin que nadie en Defensa o en el Centro Nacional de Inteligencia se hubiera apercibido de lo que ocurría; o que tras los atentados terroristas del 11 de marzo de 2004, transcurridos dos días de la tragedia, el jefe del mismo CNI, Jorge Dezcallar, le envió un informe personal, no clasificado, en el que se afirmaba textualmente que «no estamos en condiciones de respaldar o rechazar ninguna de las dos grandes alternativas en presencia», indicando, además, que ni siquiera la NSA estadounidense tenía datos concluyentes sobre la autoría. Porque otro de los aspectos más interesantes de estas memorias se encuentra en el papel que le tocó jugar a España en el complicado escenario posterior al 11-S en Nueva York y Washington. José María Aznar optó, como la mejor decisión para los intereses de la nación, por el alineamiento con el eje atlántico frente al binomio que representaban Alemania y Francia que, a su juicio, pretendían establecer una relación de subordinación con los restantes socios de la UE. Es muy claro el ex presidente en sus referencias negativas al mandatario francés Jacques Chirac, que fue el único de los jefes de estado y de gobierno de la UE y de la OTAN que negó el apoyo a España cuando la crisis de Perejil. En definitiva, un libro imprescindible para todo aquel que quiera profundizar en un periodo determinante de la historia reciente de España.