La hoja de ruta del soberanismo sigue inalterable. La presidenta del Parlament, Carme Forcadell, mantiene para mañana la reunión de la Mesa de la Cámara en la que pretende abordar el formato de la ley de transitoriedad jurídica. Poco les importa que Barcelona, Cataluña y, por supuesto, España entera aún no se hayan recuperado de la conmoción del zarpazo terrorista. Apenas han pasado cuatro días, un tiempo insuficiente desde cualquier punto de vista para retomar el «procés», la división, las rencillas y el enfrentamiento. Una vez más, la clase política separatista demuestra estar muy por debajo de los ciudadanos a los que deberían servir. Unos, como Forcadell, preocupados por cómo mantener el órdago soberanista sin que les salpique demasiado y otros, los catalanes, aún de luto por los catorce muertos del 17-A.