El trípode
Exigencias de Otegi y Junqueras: a Sánchez
Al afirmar que la respuesta a esa “ola reaccionaria” (se supone que Pp y Vox) es “más nación y más construcción nacional”, es evidente que se refieren a “más nación catalana y vasca“ y por supuesto “menos España”
Para comenzar el nuevo curso político Oriol Junqueras y Arnaldo Otegi se reunieron en San Sebastián en representación de sus partidos ERC y Bildu, acompañados de otros destacados comilitones suyos. Sus palabras son un espejo en el que mirar al Frente Popular sanchista, continuador del “largo caballerista” de 1936, el más nefasto y dañino de la Historia de España (hasta ahora). En su comunicado conjunto tras el encuentro, afirman que “ante la ola reaccionaria que se levanta en el Estado” coincidimos en que “la solución es más nación y más construcción nacional”. Siguiendo que “este ha sido el camino cuando se han vivido situaciones parecidas”. Y que, “así lo haremos como lo hemos hecho siempre, en la calle y desde las instituciones”. No podía haber mejor definición de cuál es el programa político del actual inquilino de la Moncloa -y líder supremo del PSOE- que la proporcionada por estos dos de sus múltiples socios y aliados, todos y cada uno de ellos cooperadores necesarios de que él accediera y continúe residiendo allí desde hace ya más de siete años para desgracia de España. Es evidente que para Junqueras y Otegi “el Estado” es la organización jurídica y política con la que ellos se refieren a España, que es una realidad cuya denominación hasta evitan pronunciar por no reconocerla. Por lo mismo, al afirmar que la respuesta a esa “ola reaccionaria” (se supone que Pp y Vox) es “más nación y más construcción nacional”, es evidente que se refieren a “más nación catalana y vasca“ y por supuesto “menos España”. Y al hablar de oposición a la ola reaccionaria sin duda también hablan con acreditada autoridad tanto Junqueras como Otegi, que han demostrado siempre -desde las instituciones y desde la calle- su “progresista” respuesta mediante un golpe de Estado contra el fundamento mismo de la Constitución, desde la Generalitat, y mediante la actuación de ETA en la calle, respectivamente. Para este nuevo curso político esa respuesta ya la conoce muy bien su obediente Sánchez, a quien Illa ya le ha transmitido en la Mareta las exigencias de Junqueras para avanzar en la construcción nacional catalana que le permita seguir a él en el Palau de Sant Jordi y a su jefe en el de la Moncloa. Todo por supuesto sin perjuicio de que a su vez Zapatero ha trasladado también las exigencias de Puigdemont en esos estivales encuentros de los tres en Lanzarote. En cuanto a Otegi, del avance en la “construcción nacional vasca” tiene sobrada experiencia con su “blanqueo” político. Y con el pago de la alcaldía de la capital navarra, asimismo deseada como capital de su futura soñada Euskadi.