Y volvieron cantando

La «hoja de servicios» del PP

Hace ya unos cuantos años el gobierno de un tal José María Aznar fue el que creó el observatorio contra la violencia de género

¿Saben qué gobierno creó el observatorio contra la violencia de género? Especialmente indicativa era esta semana la reflexión de la ministra portavoz a la pregunta sobre la conveniencia de agarrar la mano tendida del PP para negociar la reforma del «solo sí es sí». Isabel Rodríguez se soltaba dando por bienvenidos todos los apoyos, pero erigiéndose también en recuperada portavoz de «Tinell» no dudaba en recalcar argumentario en mano, su escepticismo ante la «hoja de servicios» del Partido Popular, poco cercana según la «verdad revelada» al feminismo y la defensa de los derechos de la mujer. El Partido Socialista no solo está presionado por el goteo incesante de excarcelaciones prematuras que benefician a delincuentes sexuales, sino por unas costuras del Frankenstein con el que camina de la mano en esta legislatura, que le marcan permanentemente a Sánchez la línea roja no traspasable de un acuerdo con el PP para enderezar la chapuza de esta ley. Los «Esquerras, Bildus» y resto de corte de los milagros acabarán sumando su apoyo a la proposición socialista, incluso introduciendo enmiendas que los populares no podrían asumir. Todo deberá quedar en el patio del «progresismo feminista» sin dar opción al partido de Feijóo cuyos movimientos en este complejo asunto habrán de estar muy pero que muy medidos.

Lo de la «hoja de servicios» tiene su gracia, sobre todo viniendo de quienes anteponen la propaganda tacticista a los hechos reales testados en las hemerotecas y aunque la ministra portavoz era demasiado joven, tal vez alguien podría recordarle que hace ya unos cuantos años el gobierno de un tal José María Aznar fue el que creó el observatorio contra la violencia de género ¡Qué cosas! Y fue también durante esa etapa donde se completaron «hojas de servicios» como las órdenes de protección, la ley integral contra la violencia de género o más tarde, con otros gobiernos como el de Rajoy la firma del convenio de Estambul, las medidas de protección a menores o sobre todo el pacto de Estado contra la violencia de género. La izquierda no va a soltar la bandera del feminismo aun a costa incluso de prostituir el ideal y si se cometen errores de bulto con el «solo sí es sí», patada hacia adelante, estrategia del calamar y con un poco de suerte, hasta la culpa habrá sido de Aznar, de Fraga o de Antonio Maura. Ojo al trámite parlamentario.