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Sin Perdón

La justicia popular del sanchismo

«Destruir el principio de mérito y capacidad es un escándalo que acabará con la igualdad de los españoles»

Es interesante constatar la doble vara de medir que tiene Sánchez con la Justicia. No quiere que sea independiente y sometida al imperio de la ley, sino que sea el brazo armado del Poder Ejecutivo. Hay unos pocos jueces buenos, al estilo del servicial Conde-Pumpido, y la inmensa mayoría que son malos. No son más que una parte de la fachosfera. Cuando instruyen una causa que no le gusta, como sucede con su hermano o su mujer, merecen que la izquierda política y mediática se lance contra ellos con brutales descalificaciones. En cambio, la juez que ha imputado a dos antiguos cargos del Gobierno de Ayuso por los protocolos aplicados en las residencias durante la pandemia está adornada de todas las virtudes. No importa que hubiera sido directora general del PSOE en los gobiernos gallego y español. Por cierto, lo fue de Interior y de Marina Mercante que no se puede aducir que fueran destinos que encajaran en la carrera judicial como podría ser vocal del CGPJ o el ministerio de Justicia. En este caso, se le presupone independencia ya que es miembro de la asociación Juezas y Jueces para la Democracia.

Es interesante, también, que la causa que se ha abierto a petición de la Fiscalía controlada por Sánchez, tal como hace tiempo se encargó de aclarar, fue archivada hace tres años. Cinco asociaciones de jueces y fiscales, no se incluye a las dos que controla Conde-Pumpido y sus adláteres, han convocado paros y anuncian medidas legales si no se retira la reforma que persigue poner el Poder Judicial al servicio del Gobierno. Estamos ante el mayor ataque que ha sufrido el Estado de Derecho y la separación de poderes desde que se aprobó la Constitución. El destruir el principio de mérito y capacidad es un enorme escándalo que acabará con la igualdad de los españoles, ya que Sánchez controlará tanto a los jueces como a los fiscales. Su profundo resentimiento por los problemas que afectan a su familia, su partido y su Gobierno explican este acoso brutal a la judicatura. No existe ninguna razón objetiva que justifique esta politización por la vía de colocar a jueces sin oposición cuyo único mérito será mostrar una ciega fidelidad al sanchismo como hace Conde-Pumpido. La única esperanza que nos queda es la Unión Europea.

Francisco Marhuenda. De la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación de España. Catedrático de Derecho Público e Historia de las Instituciones (UNIE)