Y volvieron cantando

La lección del «23-J»

Sánchez recorrerá Galicia con el BOE bajo el brazo repartiendo prebendas

Esta noche a las cero horas y por si alguien lo echaba de menos, la política española vuelve a experimentar ese riego por aspersión que acaba calando hasta los huesos el discurrir institucional en forma de una nueva campaña electoral. Lo que se ventila en Galicia en los comicios del próximo día 18 supone toda una oportunidad para quienes tienen mucho que ganar y prácticamente nada que perder, a la vez que todo un salto en el aire sin red para quienes sólo les vale conservar el gobierno vía mayoría absoluta, si quieren evitar un tsunami que se estrellaría con toda violencia e imprevisibles consecuencias contra las paredes acristaladas de Génova 13.

En el acto organizado por este periódico hace tres días, Alfonso Rueda, candidato popular a seguir al frente de la Xunta, a la vez que inédito cabeza de lista tras la marcha del cosechador de mayorías confortables Núñez Feijóo, venía a confesarnos subliminalmente que, en esta primera prueba electoral para el PP tras las pasadas generales, la lección de lo ocurrido el «23-J» va a estar inevitablemente más que presente. Las encuestas –salvado el CIS de Tezanos– conceden al PP gallego una mayoría absoluta que, eso sí, va a tener que ser muy trabajada, de la misma manera que antes de la cita con las urnas de julio todos los sondeos ofrecían una casi segura mayoría para el bloque de la derecha llegando incluso a darse por sentada la llegada de Núñez Feijóo a La Moncloa con el consiguiente fin de la era sanchista. Todos sabemos lo que ocurrió tras una campaña mal planteada en su tramo final y tal vez por ello el propio Rueda venía a reconocernos que la suya desde el arranque de esta misma noche tendrá que huir del perfil bajo manteniendo una permanente tensión, o perfil alto si prefieren, trufada con la venta de una muy eficiente gestión y situando solo muy puntualmente a Sánchez en el centro del tablero arrodillado frente al separatismo que le mantiene en el poder.

Sánchez recorrerá Galicia con el BOE bajo el brazo repartiendo prebendas, pero lo de Feijóo será diferente. Habrá de ser la punta de lanza que desbroce el camino de Rueda en busca del voto útil frente a Vox y, sobre todo, para evitar una abstención de la derecha demasiado acostumbrada a ganar allí por goleada. Ojo que hay partido ergo, hay lección del «23-J».