El trípode

De Lesbos y Lampedusa a El Hierro y Ciudad Real

La situación a la que se ha llegado en Francia y Alemania ha ahondado en la crisis ya planteada por Suecia, Países Bajos, Bélgica, etc., con tal cifra de inmigrantes que han accedido ilegalmente a sus países que ya plantean serios problemas de convivencia y seguridad.

La inmigración irregular −antes denominada «ilegal»− se ha convertido en un problema no sólo «de Estado», sino ahora incluso ya «de Continente». En las elecciones presidenciales de EEUU del próximo 5 de noviembre, la política migratoria va a influir decisivamente en el resultado final, optando entre la que abandera Trump, que aboga por deportaciones masivas de irregulares, y la continuista de Kamala Harris, muy contestada en muchos estados de la Unión. Por su parte, la Cumbre del Consejo Europeo de esta semana va a debatir un eventual cambio drástico de la política migratoria, asumiendo como alternativa el modelo puesto en marcha en Italia por la PM Georgia Meloni, ya aceptado por la presidenta de la Comisión Ursula Von der Layen. La política italiana consiste en trasladar a esos inmigrantes a centros de acogida ubicados en Albania, país no perteneciente a la UE, lo que plantea dudas sobre el respeto a las garantías que exige el derecho comunitario. En cuanto a España, Sánchez se opone a esa iniciativa, por considerarla atentatoria de los derechos humanos de los inmigrantes y a estos lugares en los que realojarlos como virtuales campos de concentración.

La situación a la que se ha llegado en Francia y Alemania ha ahondado en la crisis ya planteada por Suecia, Países Bajos, Bélgica, etc., con tal cifra de inmigrantes que han accedido ilegalmente a sus países que ya plantean serios problemas de convivencia y seguridad. El «buenísmo» ha sido abandonado ante lo que ya parece como una auténtica confirmación de la tesis del «gran reemplazo», que hasta hace poco se consideraba propia de «conspiranoicos» y ultraderechistas xenófobos. En cualquier caso, la actual política comunitaria no da una respuesta adecuada al problema que representa un auténtico aluvión de personas procedentes del continente africano y especialmente de los países del West Sahel, que concentran el origen de la mayoría de ellos.

España, dada su situación geográfica, padece en el archipiélago canario una avalancha de cayucos, que en la pequeña isla de El Hierro suponen ya más de 33.000 irregulares en lo que va de año. El control de Meloni de la ruta del Mediterráneo central, con la isla de Lampedusa de avanzada de la península itálica y la UE, ha convertido a la vía atlántica en la principal operada por las mafias de ese tráfico humano criminal, tomando El Hierro el relevo de Lesbos y Lampedusa. La política de Sánchez es trasladarlos a un campamento de deportación en el fallido aeropuerto de Ciudad Real, con García-Page enfrentado una vez más a Sánchez.