El trípode
Las olvidadas víctimas del Frente Popular
Ya sabemos que una amnistía es sinónimo de amnesia, es decir, borrar unos acontecimientos como si literalmente no hubiesen existido
Hace unos días el presidente en funciones organizó un acto para conmemorar la «memoria democrática» de un grupo de personas, al parecer «víctimas de la Guerra Civil y el franquismo». Tuvimos ocasión de recordarlo para poner de relieve la diferencia de trato de esa memoria sanchista que se compadece muy poco con la presunta igualdad, cuya defensa se tenía como uno de los principios que identificaban al socialismo en particular y a la «progresista» izquierda en general. Una prueba más y muy de actualidad del concepto de la igualdad que tiene el sanchismo –en este caso, referida a la «igualdad de los ciudadanos ante la ley» proclamada por la Constitución– la tenemos con las concesiones a los secesionistas catalanes convirtiéndoles en ciudadanos privilegiados frente al común de los españoles, que tienen que respetar la ley y responder ante la Justicia si la infringen con su conducta. Ya sabemos que una amnistía es sinónimo de amnesia, es decir, borrar unos acontecimientos como si literalmente no hubiesen existido, por lo que se conceden cuando hay un consenso social y político amplio y transversal, frecuentemente acompañando a cambios de regímenes políticos. Nada que ver con lo que se pretende ahora por el sanchismo, que es un traje a la medida de unas determinadas personas que resultan ser unos personajes políticos absolutamente privilegiados. De esa forma, los concretos delitos cometidos por ellos durante el plazo de tiempo que les conviene, sencillamente dejan de existir, aunque hubieran sido juzgados y condenados por el mismo Tribunal Supremo. Por supuesto que esa amnistía tiene el único objeto de favorecer la «convivencia», de la que los separatistas golpistas y los CDR especializados en terrorismo urbano han dado acreditadas pruebas en Cataluña. Un «Tsunami Democrático» va a inundar las calles y plazas de todas las ciudades y pueblos catalanes como respuesta agradecida a ser amnistiados esos «hombres y mujeres de paz y convivencia» y también muy progresistas, por supuesto.
Otro ámbito donde está particularmente presente el principio de la igualdad de los españoles consagrado en el artículo 14 CE, vinculado a la memoria, sea histórica o democrática tan del gusto sanchista, es respecto a las víctimas por «odio a la fe». Por cierto, también producidas durante la Guerra Civil y la democrática segunda República, pero no durante el franquismo.
Precisamente ayer fue en el calendario litúrgico de la Iglesia la fiesta dedicada a esos miles de víctimas. No consta que el tan memorístico sanchismo se haya acordado pidiendo perdón por esos miles de crímenes cometidos por sus predecesores integrantes del primer Frente Popular.
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