
Al portador
El peligro de chantajear y mentir a los pensionistas
Es una apuesta muy arriesgada, a las que tan aficionado es el inquilino de La Moncloa, que esta vez puede salirle mal
John Le Carré (1931-2020), el gran novelista del espionaje y él mismo espía, defendía que «el chantaje es más efectivo que el soborno». El Gobierno, que no está en su mejor momento, insiste en librar la enésima batalla, en dos frentes, ante el PP de Feijóo y ante los «indepes» de Puigdemont, en el trasero de más de diez millones de pensionistas y sin inmutarse por recurrir al chantaje. Es una apuesta muy arriesgada, a las que tan aficionado es el inquilino de La Moncloa, que esta vez puede salirle mal. Está pendiente la aprobación definitiva de la subida de las pensiones para este año y, en el impensable caso de que no saliera adelante, los beneficiarios cobrarían menos el próximo mes. Un simple decreto-ley, que contemple la subida de las pensiones, lo solventaría y tendría el apoyo del PP y de Junts, pero el presidente insiste en que, al mismo tiempo, se aprueben más de medio centenar de medidas de todo tipo contenidas en 140 páginas de decreto ómnibus. Todo un chantaje.
Muchos pensionistas, mientras, viven –chantajeados– en la incertidumbre de cuánto cobrarán este mes. Miriam Nogueras, la voz de Puigdemont en el Congreso de los Diputados lo ha explicado: «Sánchez revalorizará las pensiones –escribía en La Vanguardia– cuando crea que ha desgastado bastante a la oposición (...), porque no le preocupan ni los pensionistas, ni las ayudas al transporte. Lo único que le preocupa es su supervivencia política». En Junts tienen tomada la medida al presidente. Están doctorados en chantajes y sobornos y podrían estar a la espera del penúltimo para prestar otra vez sus votos. El riesgo de chantajear a los pensionistas –que ya culpan al Gobierno de las dudas sobre el alza de las pensiones– es enorme y, como dicen los economistas, es «un riesgo al alza». En ese escenario, Sánchez descarta elecciones y, por eso, Junts estirará la cuerda todo lo que quiera sin temor a que se rompa. En medio del enredo, la ministra de la Seguridad Social, Elma Saiz, presume de que la llamada «hucha de las pensiones» acumulará 30.000 millones en 2028, mientras en 2024, la SS generó un déficit de 12.000 millones, a los que habría que añadir los 54.000 que tuvo que aportar el Estado. La «hucha de las pensiones» es otra gran mentira. Lo acaba de explicar Ángel de la Fuente, director de Fedea, «lo que estamos haciendo es emitir más deuda para financiar una aportación ficticia» a la hucha. Aquí no hay chantaje ni soborno, sino mentira. La subida de las pensiones, que se ratificará, confirmará, ¿o no?, diría Rajoy, si el chantaje es más efectivo que el soborno, como creía Le Carré.
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