Puigdemont, Putin... y Feijóo

El juez Joaquín Aguirre, instructor del caso Voloh, ha elevado al Tribunal Supremo el presunto delito de alta traición en el que ha incurrido tal vez Carlos Puigdemont, prófugo y golpista. Según el prestigioso juez organizó «una estructura piramidal», con el fin de establecer «contactos próximos al Gobierno ruso para granjearse el reconocimiento de Rusia a una eventual República catalana». Gonzalo Boye, abogado de Puigdemont, ha anunciado una querella por «prevaricación» contra el juez Aguirre. La situación se encuentra en un momento crítico. Existe gran expectación sobre la evolución de los acontecimientos judiciales que podrán despejar el camino del prófugo o sumirle en un procedimiento concluyente.

El holandés Mark Rutte ha sido designado Secretario General de la OTAN. Durante una década larga el señor Rutte fue primer ministro de los Países Bajos, una de las democracias más avanzadas y libres de mundo. En su penúltima elección, Mark Rutte decidió sortear a los hackers y retornar al escrutinio manual de los votos y a la comunicación telefónica. Holanda estableció en las elecciones del año 2017 que los colegios electorales enviaran los resultados en papel, eludiendo internet. Para Putin, los Países Bajos iban a ser el primer ensayo que permitiera a Rusia condicionar los comicios en la UE y desestabilizar su política, incluso con la intervención cibernética en Alemania y Francia. El primer ministro Rutte denunció el eje Rusia-Irán-Cuba-Venezuela y aseguró que el antiguo espionaje del KGB se mantenía con otros nombres y otras técnicas. Los servicios de inteligencia holandeses habían descubierto la actividad de una docena de hackers rusos, expertos máximos en digitalización, con órdenes de manipular los resultados electorales. El Gobierno neerlandés expulsó del país a diez de los doce hackers rusos investigados.

En España, la prudencia exige esperar las decisiones del Tribunal Supremo, pero si se confirmara la relación directa o indirecta de Carlos Puigdemont con Vladímir Putin, no resultaría arriesgado informar sobre el riesgo de manipulación en las elecciones catalanas y, tal vez, en las españolas. Los hackers rusos han acreditado una eficacia alarmante en el manejo de las nuevas técnicas informáticas.

Alberto Núñez Feijóo, no puede continuar mecido por los «agradaores» de turno. Debe poner los pies sobre la realidad, mantener si procediera una conversación personal con Rutte y contratar a los especialistas necesarios para impedir tropelías en el sistema electoral español.

Luis María Anson,de la Real Academia Española.