Insensateces

Quim(a)

Quim queda inscrito como Quima, sale con su dorsal, y gana. Si hubiera competido con los hombres, su puesto sería el 55

Se ha hecho famoso un señor llamado Quim que compitió hace una semana en la carrera Na´Dalt, ruta montañera, en Sant Pere de Torelló. Quim Durán tiene 48 años y quedó primero en categoría femenina. Dice ser de sexo fluido, es decir, dependiendo del día, el ambiente y la circunstancia, se siente mujer o se siente hombre. De verdad que no quiero bromear sobre el asunto y que me parece fundamental respetar todas las excepciones, singularidades y opciones personales. El relato es objetivo. Quim está federado como hombre, y hasta hace un mes, ha competido en categoría masculina. El día en el que consideró inscribirse en esa carrera, no quedaban dorsales masculinos, así que optó por apuntarse a la femenina. Es verdad que era una competición que trataba de la inclusión y, entiendo, las reglas eran bastante laxas. Quim queda inscrito como Quima, sale con su dorsal, y gana. Si hubiera competido con los hombres, su puesto sería el 55, pero en la categoría femenina, fue campeón. O campeona, no sé, es que no sé muy bien cómo referirme al sexo fluido, pero tampoco necesito faltarle al respeto a nadie para decir que hay días que no entiendo nada. Que creo que el deporte es una cuestión de sexo, no de identidad sexual. Que uno compite con lo que tiene, con lo que le proporciona su sexo. Que si uno nace hombre, si no inicia un proceso físico para revertirlo (doloroso, horrible, tremendamente agresivo), seguirá siendo un tío. Y si ese tío participa en una carrera, será un señor por mucho que se haya apuntado en la categoría de mujeres. Así que no es una discriminación. No lo es. Es que Vd., Quim, o Quima, como se quiera llamar este domingo, ha cometido un fraude. A mí no me importa cómo Vd. se quiera levantar cada mañana. Es que le está haciendo una putada a las mujeres que se esfuerzan. Porque no van a llegar a sus marcas. Y Vd. lo sabe. Y, con ello, caricaturiza también a todas esas personas que, con todo el valor y el sufrimiento, con todo el proceso encima, no se despiertan cada amanecer con sexos distintos, sino que luchan todos los días por ser lo que quieren ser, conscientemente, a pesar de todo.