Sin Perdón

Sánchez, el Fiscal General cree en la Justicia

«Perelló demostró, una vez más, su independencia, calidad humana y rigor como jurista»

La presunción de inocencia es una de las bases del sistema judicial. Por supuesto, no he conocido a ningún culpable que se vanaglorie de serlo y solo lo reconoce cuando consigue algún beneficio procesal. El Fiscal General afronta un juicio decisivo donde solo cabe que sea exonerado o signifique el final de su carrera. No haber acudido al solemne acto de apertura del Año Judicial presidido por el Rey no significaba que asumiera ninguna culpa, pero ha preferido asistir. No comparto esa decisión, porque hubiera quitado tensión e impedido una imagen que no es buena para la alta magistratura que ostenta. Es bueno que el presidente del Gobierno tome buena nota de sus palabras, ya que dejó claro que «creo en la Justicia y en las instituciones que la conforman. Creo en el Estado de Derecho, en la independencia del Poder Judicial, en los principios de legalidad e imparcialidad. Y, por supuesto, también en la verdad». Los activistas del sanchismo que proliferan en las tertulias, los políticos de izquierdas y el propio Sánchez deberían entender claramente lo que significa, ya que García Ortiz asume que tendrá un juicio justo y con todas las garantías. No hay politización de la Justicia.

Es cierto que resulta difícil explicar estas cosas a los nuevos juristas de Wikipedia, pero García Ortiz hizo una dura oposición para ser fiscal y sabe que los magistrados del Tribunal Supremo se moverán única y exclusivamente en el marco de la legalidad. No son ni políticos ni activistas, sino servidores públicos que tienen encomendada una función constitucional como parte de uno de los poderes del Estado. Es la primera lección que tienen que aprender Sánchez y sus seguidores. La otra fue dada por la presidenta del CGPJ, que respondió a las inaceptables descalificaciones a la Justicia provenientes de los poderes públicos, ya que «son inoportunas y rechazables», así como «impropias de un Estado de Derecho avanzado». No hay jueces haciendo política y no importa que se diga que son una minoría. Sánchez debería tener en cuenta que somos una de las grandes democracias del mundo y no uno de esos países de Iberoamérica donde la izquierda radical, desgraciadamente, intenta manipular el Poder Judicial. Perelló demostró, una vez más, su independencia, calidad humana y rigor como jurista.

Francisco Marhuenda. De la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación de España. Catedrático de Derecho Público e Historia de las Instituciones (UNIE)