El trípode
La sombra de Martiño sobre Yolanda Díaz
Estos días ha tomado relieve otro personaje más próximo todavía a Yolanda Díaz, colaborador político suyo en su Galicia natal y miembro fundador de En Marea
La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo está muy volcada en intentar conservar su alicaído liderazgo en la coalición “multinacional, progresista y feminista” de Sumar, que, a juzgar por las encuestas —incluidas las de su Tezanos—, no parece estar muy boyante en sus expectativas electorales. Su célebre lapsus en el Senado aludiendo a que hay “Gobierno de corrupción para rato” pareciera que fue fruto de su subconsciente que la traicionó, porque ciertamente la corrupción que rodea al sanchismo no parece que sea motivo suficiente para renunciar a las cinco Carteras además de su destacada vicepresidencia —herencia de Pablo Iglesias—, de las que disfrutan con Sánchez. Su singular concepto del “progresismo” parece así referirse al progreso económico y social del que disfrutan sus dirigentes. En cuanto a su “feminismo”, acredita también ser muy especial, dado que destacados miembros del Frente Popular gubernamental tienen una hoja de servicios no precisamente reveladora de un especial respeto hacia las mujeres. Los nombres de Koldo, Ábalos y Cerdán, por ejemplo, no se corresponden precisamente con socialistas feministas y garantes de la dignidad de la mujer, dada, al parecer, su afición a mercadear con ellas previo pago por sus servicios. En cuanto a Sumar, tampoco es ajena a estas prácticas con los nombres de Errejón y Monedero en cabeza de ese tan acrisolado feminismo del que suelen alardear. Pero estos días ha tomado relieve otro personaje más próximo todavía a Yolanda Díaz, colaborador político suyo en su Galicia natal y miembro fundador de En Marea, formación que fue del espacio político de su multinacional coalición: Martiño Ramos. Este feminista y progresista personaje político fue condenado a 13 años y medio de prisión por la Audiencia de Orense, acusado de haber abusado sádicamente de una menor, prevaliéndose de su condición de profesor de infantil y primaria. Su nombre ha saltado a la actualidad por haber sido detenido en La Habana por la policía cubana, a donde había huido para eludir el ingreso en prisión en julio pasado. Yolanda Díaz accedió al Congreso en 2016, precisamente en sus listas, en coalición con Podemos. Anteayer, como cada 25 de noviembre, se celebró el Día Internacional por la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, y la vicepresidenta Yolanda se tomó un particular protagonismo en la rueda de prensa del Gobierno en La Moncloa para informar de lo tratado en el Consejo de Ministros. Sin ser preguntada por ello, tomó la palabra para apelar a que los “progresistas” salieran a manifestarse a las calles para protestar contra el TS por la condena al fiscal general del Estado. Era ese Día Internacional, y la sombra de Martiño estaba demasiado próxima.
