El puntazo
Tomarse en serio el absentismo
Es un lastre pesado para la economía en general y las empresas en particular y no se reconducirá de manera espontánea
España tiene un serio problema con el absentismo laboral. Crece sin freno y sin que genere mayor controversia en el Gobierno y los sindicatos, preocupados, eso sí, por la reducción de la jornada laboral en otra manifestación más de frivolidad, irresponsabilidad y demagogia. Ellos, claro, no corren con la factura. Las bajas laborales cuestan ya casi 20.000 millones al año con un aumento del gasto por incapacidad temporal en un 80%. Tampoco genera al menos incertidumbre ni debate en la izquierda política y sindical que 1,4 millones de personas no acudan a trabajar cada día, 200.000 más que el año anterior, o 325.000 ni se molesten en justificarlo. Es un lastre pesado para la economía en general y las empresas en particular y no se reconducirá de manera espontánea, sino que se agravará. No andamos sobrados de productividad y el absentismo no ayuda. Que el Ejecutivo se lo tome en serio es una quimera.