Ursula y Pedro; Angela y Mariano

Josep Plá (1897-1981), quizá el mejor cronista español parlamentario –sobre todo de la República– y político del siglo XX, que la mayor parte de su obra la escribió en catalán, iniciaba su artículo del 4 de febrero de 1934 en «La Veu de Cataluña» con unas palabras que quizá sigan vigentes: «Madrid está saturado en estos momentos de rumores catastróficos». Acaso sobre lo de «catastróficos», pero ni una letra menos. Es, por otra parte, una constante en las crónicas de la República, reunidas por Destino en un magnífico volumen de 2016. La mayoría, sobre todo las que afectan al asunto catalán, son tan actuales que, como comentó en una ocasión una persona del equipo del rey Felipe VI, si se cambiaran los nombres de los protagonistas –ministros, consejeros de la Generalitat y otros políticos– por los de hoy día, podrían publicarse mañana mismo sin cambiara una coma.

Madrid, en cualquier caso, casi cien años después, mantiene su esencia de «ciudad saturada de rumores». Ya decía Amanda Lear, que llegó a grabar con David Bowie y fue musa y acompañante de Dalí: «Odio difundir rumores, pero ¿qué otra cosa se puede hacer con ellos?». El penúltimo que circula por los cenáculos madrileños es la excelente relación que mantienen Ursula Von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, y Pedro Sánchez. Cuentan que la jefa de la Comisión, mientras despacha en cinco minutos las reuniones con otros primeros ministros, las que tiene con el presidente español duran media hora e incluso más. Que nadie busque tres pies al gato, más allá del aprecio de la alemana por el español. Hay precedente, Irene ¿o quizá Beate?, una amiga alemana de Angela Merkel, que veraneaba en Sotogrande, ya explicó la adoración que sentía la canciller germana por Rajoy, hasta el punto que Viri –su mujer– llegó a preguntar por el asunto, algo ayudó a España en los momentos más duros de la Gran Recesión. Los rumores dicen ahora que si Sánchez, que tiene mucha mejor imagen fuera que dentro de España, ve perdidas las elecciones, le pediría a Von der Leyen que le diera el puesto que ocupa José Borrell como jefe de la diplomacia europea para empezar a preparar su futuro en las instituciones europeas. Sí, Madrid no ha dejado de ser una ciudad saturada de rumores como descubrió Pla.