Política

La investidura de Sánchez

Sánchez regala al PNV la «nación» vasca y catalana por seis «síes»

La firma del acuerdo se produce en un momento en el se ultiman las negociaciones entre el PSOE y ERC, y una vez que la Abogacía del Estado haya pedido ya al Supremo que Junqueras pueda recoger su acta como eurodiputado. Bildu convocará una consulta “vinculante”

Seis «síes» más para la investidura socialista a cambio de reconocer que Cataluña y el País Vasco son naciones. En vías de emprender el camino «plurinacional», el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, se comprometió ayer, por escrito, con el PNV, a que el futuro gobierno de coalición impulse «las reformas necesarias para adecuar la estructura del Estado al reconocimiento de las identidades territoriales», acordando –incluso– «las modificaciones legales necesarias» para encontrar solución al «contencioso» en Cataluña y al «acuerdo del nuevo Estatuto de la comunidad vasca». Pedro Sánchez firmó este paso que avanza hacia la construcción de la nación vasca y catalana, asumiendo incluso la coletilla de atender «a los sentimientos nacionales de pertenencia».

Ayer el Congreso funcionaba a pleno rendimiento, Pedro Sánchez trabajaba a contrareloj con el presidente del PNV, Andoni Ortuzar, para oficializar las primeras cesiones de la actual legislatura, el coste del apoyo del partido jeltzale al sí al PSOE: junto a la identidad territorial propia para País Vasco y Cataluña, también, acometer en un plazo de seis meses, la práctica desnudez de competencias que acumulaba hasta ahora la Guardia Civil en Navarra. Ahora, las competencias de tráfico pasarán a manos de la policía autonómica vasca, la Ertzaintza.

En el documento de doce puntos firmado por ambos partidos, los socialistas también conceden a los nacionalistas vascos el poder de «acordar previamente con el PNV las medidas fsicales que el Gobierno quiera proponer en las cortes». Esto es, que en el futuro gobierno de coalición, los seis diputados del PNV tendrán que ser conocedores de todos sus pasos así como de sus medidas fiscales. Según explicó posteriormente Andoni Ortuzar, será un punto clave y siempre que haya negociación y acuerdo, el PNV apoyará al gobierno PSOE-Podemos, de lo contrario, votaría en contra. Este es uno de los puntos claves, pues el PNV se guarda así la posibilidad de decir «no» a los Presupuestos sí el Ejecutivo no negocia previamente intereses para la comunidad autónoma.

El presidente del PNV se mostraba ayer en la Carrera de San Jerónimo, 36 muy satisfecho del acuerdo logrado con el PSOE. «Estamos contentos por poder aportar nuestra humilde contribución para sacar a la política de la parálisis en la que se encuentra», aseguraba. La satisfacción era efectiva al garantizarse también la posibilidad de proceder en este 2020 a la negociación y traspaso a su comunidad de las competencias pendientes del Estatuto de Guernica, aunque Ortuzar evitó ayer pronunciarse sobre la garantía del traspaso de las carteras de prisiones y de la Seguridad social, para lo cual PSOE y PNV se han emplazado a un análisis posterior. Se recoge también en el acuerdo «el proceso de determinación de los objetivos de déficit correspondientes a la comunidad autónoma y a la comunidad foral, así como el de los criterios de reinversión del superávit de las entidades locales, diputaciones forales y gobiernos en sus respectivos territorios, se realizará con la participación y en el marco de las comi

siones mixtas del Concierto y el Convenio».

La suma de cesiones no decae e incluye también el compromiso de «impulsar la construcción europea y la presencia y participación de las instituciones vascas en las instituciones de la Unión». Para que el PNV ofreciera parte de los apoyos que se tornan decisivos para la investidura –junto a la abstención de ERC– el PSOE dará marcha atrás al «155 digital» –decreto ley aprobado por el Gobierno para frenar una administración digital catalana alternativa, una herramienta con la que se preveía frenar la «república catalana digital» que venía impulsada de movimientos como Tsunami Democràtic. Otra de las exigencias más llamativas del PNV fue la de avanzar hacia una antigua reivindicación del nacionalismo del País Vasco, esto es, una selección de fútbol de Euskadi con el fin de «buscar cauces para la presencia internacional». Doce puntos concretos que avanzaban ayer en la dirección de explorar el concepto de «naciones» y de la «plurinacionalidad» en el nuevo Gobierno de coalición.