España
Que no pare el ritmo del garaje
Cuándo: del 5 de diciembre al 26 de enero de 2014. Lunes 23 y 30, y de martes a domingo, excepto días 24 y 31. Dónde: Teatro Nuevo Apolo. Madrid.. Cuánto: desde 19,90 euros. Tel. 913 69 06 37.
Cuarenta años de brillantina, de tupés engominados y pantalones de pitillo a ritmo de garaje. Danny Zuko y la banda de los T-Birds siguen bailando rock and roll sobre el Cadillac blanco y Sandy Olson con las Pink Ladies en su particular guerra contra ellos. Queda lejos aquel verano de 1971 cuando sus creadores, Jim Jacobs y Warren Casey, la estrenaron en un garaje de Chicago, con actores aficionados y los espectadores sentados en el suelo. Trataron de evocar el estilo de vida de los jóvenes americanos de finales de los cincuenta, jugando con el doble significado de «grease» en inglés, gomina para el pelo y grasa, en alusión a la comida «fast-food» que empezaba a popularizarse por entonces. Su éxito inmediato les trajo giras, premios y los teatros de Broadway. Años después, en 1978, la película con John Travolta y Olivia Newton-John los popularizó en todo el mundo. Los jóvenes enamorados en las playas californianas durante unas vacaciones de verano se reencontrarán por sorpresa en el instituto Rydell. Ambos cuentan a sus compañeros la experiencia pasada, pero la actitud de Danny ya no es la misma. Ahora debe de proteger su imagen de tipo duro, insensible y fanfarrón.
Siete años de gira
El musical llega renovado al Teatro Nuevo Apolo de Madrid «después de siete años gira ininterrumpida por distintas ciudades de España», comenta Coco Comín, su coreógrafa y directora. Y lo hace con Javier Arroyo y Marta Arteta como Danny y Sandy. «Es el espectáculo más longevo en la cartelera española, lo que lo convierte ya en un clásico. Ha conseguido dar en la diana, por eso se repone constantemente. Ésta es la cuarta vez en Madrid». Se dice que la clave de su éxito fue pasar de un 70 por ciento de texto y un 30 de música en su estreno a invertir los porcentajes en Broadway. «Hay muchos ingredientes que la convierten en un éxito: una banda sonora apoyada en el irresistible y pegadizo rock & roll, la temática sencilla e ingenua con un lenguaje coloquial de colegio y una estética de gomina, tupés y cazadoras de cuero... que llega», cuenta Comín, y continúa: «Además, se le ha ido cambiando de cara progresivamente, se renovó el vestuario, se añadieron siete canciones, se ha reducido la duración acortando el texto y dándole mucha velocidad y han cambiado los protagonistas. Tantos que parece una escuela de formación de los que han pasado por aquí. Es difícil encontrar "Travoltas"para el papel de Danny Zuko –Travolta hubo sólo uno–, aunque no tanto para Sandy». Además, «ser una producción española y no una franquicia deja libertad para algunos cambios, sobre todo en las coreografías, porque en el texto tenemos las manos más atadas». Para la directora, «se trata de conseguir la sensación de haber visto la película, a pesar de las reticencias por las pequeñas diferencias y de la gente a la que no le gustan las canciones en español, que yo las defiendo porque ayudan a saber lo que pasa. Hay muchos mitómanos a los que les cuesta aceptar cualquier cambio. La traducción del inglés está muy conseguida y los fantasmas desaparecen según avanza el espectáculo». Por otro lado, «hay quien viene con la idea de ver la película, pero eso es imposible. Aquí no se pueden hacer carreras de coches. Se necesita más inventiva». De lo que se trata –concluye Comín– «es de que cuando salga el público, lo haga convencido de que ha visto "Grease"».
✕
Accede a tu cuenta para comentar