Sociedad

Ex obispo de Solsona

Novell se reunió con el Papa antes de renunciar

Francisco recibió al menos en una ocasión al obispo emérito de Solsona durante la tramitación «exprés» de su dimisión

Xavier Novell
Xavier Novelllarazon

Xavier Novell se entrevistó con Francisco este verano en Roma para hablar en persona de su renuncia como obispo de Solsona. Según ha podido confirmar LA RAZÓN, al menos se citaron en una ocasión en la que el Santo Padre recibió al prelado catalán, que le expuso los motivos que le han llevado a cesar en su cargo.

No son ni mucho menos habituales reuniones de este tipo, hecho que vuelve a subrayar la excepcionalidad de la decisión adoptada por el que fuera en su momento el obispo más joven del Episcopado español, que ahora tiene 52 años. En el caso de Novell, lejos de aceptar la posibilidad de darse un tiempo para meditar, habría insistido en acelerar cuanto antes el proceso. Al parecer, el ya obispo emérito tendría meridianamente claro, no solo que está enamorado, sino que está dispuesto a casarse por la Iglesia con la que se apunta que es su pareja, la psicóloga Silvia Caballol, de 38 años, madre de dos hijos y divorciada, que trabaja en una ong.

En cualquier caso, del contenido de esa conversación en la que solo estaban presentes el Obispo de Roma y el prelado de Solsona, nada ha trascendido. Al menos, de boca del Santo Padre. De la misma manera, tampoco se conocen detalles de la letra pequeña de la renuncia y de lo que implica más allá de dejar el gobierno de la diócesis y el pastoreo de la comunidad católica de la región.

Y es que, en su caso, al no tratarse de una mera jubilación, desde la Santa Sede se le podría haber solicitado que dejara, al menos, de utilizar las insignias episcopales –mitra y báculo– y que se mostrara prudente en su nueva vida, lo que se traduce en guardar silencio y no exponerse mediáticamente, por respeto a sí mismo y la institución en la que ha crecido. Sea como fuere, Novell habría gestionado su expediente personalmente y directamente en Roma, sin pasar por la Conferencia Episcopal Española, dado lo insólito de su situación.

De hecho, para el Vaticano se trata también de una petición extraordinaria en tanto que, si solicitara su dispensa del estado clerical para dar un paso adelante en su relación afectiva, en principio, según varios canonistas consultados, dependería directamente del Papa puesto que se trata de un obispo y esta posibilidad no se encuentra contemplada en el canon. En caso de que lo solicitara en un futuro, se trataría de una excepción que debería elaborar y firmar de puño y letra Francisco.

En foros eclesiales sorprende que se haya tomado esta decisión «exprés» por parte del Vaticano ante la petición de Novell, máxime, con intervención directa del Santo Padre. Sobre todo, teniendo en cuenta que cuando un obispo decide echarse a un lado, sea vinculado a terceras personas o por una crisis afectiva o personal vinculada, por ejemplo, a una depresión, se le invita a unos meses de retiro y de reflexión antes de que tome una decisión definitiva. De la misma manera, al prelado implicado, como a cualquier otro sacerdote que solicita la dispensa, se le ofrece ayuda para vivir este período de discernimiento, pero también en la puesta en marcha de su nueva vida.

Así, la Iglesia se habría puesto a disposición de Novell para ayudarle con todos los recursos que están a su alcance, sea con recursos económicos, acompañamiento espiritual o psicológico…

Mientras tanto, el Episcopado catalán y español guardan silencio, si bien no dudan en mostrar su desconcierto ante lo que consideran un auténtico «tsunami» mediático. Se insiste además en que, lejos de ser un secreto a voces, pocos o casi nadie conocía de las intenciones de Xavier Novell, que habría llevado con discreción su relación con la psicóloga y escritora de novelas eróticas. Tanto es así que prácticamente hasta el último día estuvo ejerciendo como obispo en Solsona y en varias reuniones episcopales.

«Sabemos que se trata de un tema atractivo desde el punto de vista social y periodístico, pero confiamos en que después de este primer impacto, se pueda dejar tranquilo a Novell», expone un eclesiástico que conoce de cerca al prelado. «Lo está pasando mal. Ahora lo que desea es volver a estar en paz».