
Francisco, nuevo Papa
Federico Lombardi, santa paciencia

Joaquín Navarro Vals puso el listón alto. Hasta tal punto que los vaticanistas miraban con cierta distancia –llamémoslo precaución– al que estaba llamado a tomar el relevo cuando dejó su cargo.
Joaquín Navarro Vals puso el listón alto. Hasta tal punto que los vaticanistas miraban con cierta distancia –llamémoslo precaución– al que estaba llamado a tomar el relevo cuando dejó su cargo. Pero Benedicto XVI calmó a las masas, consciente de la confianza depositada en el jesuita Federico Lombardi. «No empieza desde cero», advertía al inicio de sus vacaciones en el Valle de Aosta en el verano de 2006: «Es un gran experto, tengamos confianza en él».
Desde entonces el jesuita Lombardi ejerce de director de la Sala de Prensa de la Santa Sede, misión que compagina con su labor al frente de Radio Vaticana. El sacerdote considera que no hay que tener una «actitud temerosa o prejuicios negativos», sino que «hay que aprovechar las posibilidades apostólicas de los medios de comunicación» para anunciar el Evangelio. Reflejo de esta tesis es precisamente la presencia significativa de la Santa Sede en las redes sociales a través del Twitter del Papa y la creación de la nueva web de comunicaciónvaticana news.va.
Tiene callo. El caso «Vatileaks» no se lo ha puesto fácil. Pero nada como la renuncia de Benedicto XVI. Aquel lunes lidió con maestría cada una de las preguntas que se le lanzaban sobre los motivos del ya Papa emérito para dejar la sede petrina. «No lo sé, no tengo la respuesta». Son sus palabras ante preguntas que se tornan en imposibles durante el maratón que arrancó el 12 de marzo. Su buen humor se dejaba entrever la semana pasada cuando se retrasaba un día sí y otra también la fecha del cónclave. Durante las semanas en las que los «cuervos» parecían multiplicarse, no dudó en afirmar que algunos «están enloqueciendo» al acumularse los rumores sobre las traiciones en la Curia.
Tal es su capacidad para reconducir las crisis mediáticas, que desde el diario católico francés «La Croix» no han dudado en pedir su canonización al grito de «Santo Súbito». Lo cierto es que su paciencia no se agota. Todos los días a eso de la una de la tarde, se pone a tiro en la Sala Stampa. Amén de los favoritos es el más fotografiado de cuantos alzacuellos se ven por Roma en estos días. La relación tanto con los periodistas italianos como con los corresponsales es de tal cercanía que el pasado viernes 8 de marzo no dudó en llevar un ramo de flores para entregárselo a una de las redactoras allí presentes con motivo del día de la mujer trabajadora.
Desde hace unos días no está solo. Los católicos que hablan castellano son mayoría, lo que ha hecho necesaria una ayuda extra. De ahí que la Santa Sede quisiera contar con José María Gil Tamayo para ejercer de portavoz adjunto a Lombardi. Gil Tamayo es miembro de Pontificio Consejo de las Comunicaciones Sociales, además de colaborador de LA RAZÓN. Junto a él, el sacerdote canadiense Thomas Rosica hace lo propio con los periodistas ingleses.
A Lombardi el ejercer de centinela de los medios le viene en los genes. Es sobrino del padre Ricardo Lombardi , lo que después de la Segunda Guerra Mundial se hizo popular por sus discursos contra el comunismo, que le valió el apodo del «micrófono de Dios».
Más de 5.000 periodistas ya están en Roma
Roma y la Ciudad del Vaticano se van a convertir desde hoy en el epicentro informativo del mundo. Según Europa Press, 5.085 periodistas anunciarán el nombre del nuevo Papa en 24 idiomas. A éstos hay que sumar los que no están acreditados oficialmente. Los medios de comunicación españoles también van a echar el resto. Antena 3 dará una amplia cobertura con el corresponsal Antonio Pelayo y los principales rostros de sus informativos para ofrecer la información en directo. Tanto Telecinco, RTVE y 13tv también ofrecerán un despliegue y, como Antena 3, ya preparan modificaciones en sus parrillas. Las cadenas de radio también han enviado equipos de profesionales muy numerosos.
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