Santroal

¿Qué santo se celebra hoy, 16 de septiembre? Esto es lo que debes saber del santoral de la Iglesia Católica

Hoy se conmemora la memoria de San Cornelio y San Cipriano, Santo Padre y obispo durante el siglo III d.C., respectivamente

San Cipriano de Cartago
San Cipriano de CartagoDominio Público

El santoral, también conocido como calendario litúrgico, es un libro religioso que contiene la lista de los santos reconocidos por la Iglesia Católica y que se celebra cada día del año. Más allá de una simple lista de nombres, el santoral representa un viaje fascinante a través de la fe, la historia y la cultura cristiana.

Qué santos se celebran hoy, domingo 15 de septiembre

  • San Abundio y compañeros
  • Santa Edita
  • Santa Eufemia de Calcedonia
  • Santa Ludmila de Bohemia
  • San Martín el Sacerdote
  • San Niniano de Galloway
  • San Prisco de Nocera de los Paganos
  • San Vital de Savigny
  • Beato Ludovico Alemán
  • Beato Víctor III papa
  • San Juan Macías

San Cornelio Papa: Historia, ascenso a Santo Padre y muerte

San Cornelio nació en Roma en el año 180 y se convirtió en el vigésimo primer Papa, ocupando su cargo como Santo Padre entre los años 251 y 253 d.C, y se caracterizó por su disposición hacia la misericordia y el perdón.

Junto a Noviciano, fueron los sacerdotes de la ciudad de Roma, a la vez que coincidieron por la persecución del emperador Decio contra los cristianos. Muchos de los fieles entregaron su vida por la Fe, pero otros no tuvieron el valor suficiente y apostataron, conocidos desde entonces como los lapsi, en latín, y una vez pasado el peligro, estos apóstatas pidieron su readmisión en el seno de la Iglesia.

Tras el martirio del Papa Fabián, Cornelio ascendió al cargo de Santo Padre de Roma, y se mostró partidario del perdón y readmisión de los lapsi, mientras que Noviciano no estuvo de acuerdo, ya que este último abanderó a los rigoristas que se negaban a readmitir a los apóstatas, que aseguraban que la Iglesia debía estar compuesta por santos y aquellos que hubieran pecado mortalmente debían ser excluidos.

Tanto escalaron las diferencias que Noviciano se hizo nombrar como Papa (convirtiéndose así en antipapa) y fundara la Iglesia de los puros, cuyos seguidores eran catalogados como cátaros, que duró hasta el siglo VII. No fue hasta el Concilio de Cartago, en el año 251, que el Papa Cornelio condenó y excomulgó a su antiguo compañero.

Al año siguiente, las persecuciones contra los cristianos se reanudaron de la mano del emperador Treboniano Galo, que desterró a Cornelio a Civitavecchia acusándole de ofender a los dioses romanos y provocar una epidemia en Roma. Posteriormente, fue encarcelado y murió en el año 253 tras sufrir martirio. Años después, en el 283, su cuerpo fue trasladado a las Catacumbas de San Calixto, en su Roma natal.

San Cipriano de Cartago, obispo y mártir

Uno de los que apoyó la postura misericordiosa de San Cornelio fue el obispo de Cartago, San Cipriano. Nacido alrededor de principios del siglo III d.C., se convirtió al cristianismo y se bautizó entre los años 245 y 248, siendo este último el año cuando se convirtió en obispo de Cartago tras una larga disputa con los prebísteros.

Tras el apoyo público a la postura de Cornelio, y junto a este, les tocó convivir con las persecuciones a los cristianos, de la mano de los emperadores Decio y Galo, y posteriormente por Valeriano, a finales del año 256. No fue hasta el año 258 que fue apresado por el procónsul Galerio y murió ejecutado el 14 de septiembre de ese año, seguido de una gran multitud y entonando un "¡Gracias a Dios!", en lo que se conoce como la Pasión de San Cipriano.

Asimismo, San Cipriano es conocido por sus obras, entre los que se incluyen varios tratados con carácter de carta pastoral, como es el caso de "De unitate ecclesiae" y el Tratado sobre la Oración del Señor (Padre Nuestro).

El testimonio de ambos santos nos hacen ver la perseverancia y pasión, así como la fidelidad, de los primeros cristianos en las épocas de persecución de la Fe por parte del Imperio Romano. San Cornelio y San Cipriano son mencionados en la Plegaria Eucarística I del Canon Romano, al lado de otros santos y mártires de los primeros siglos de la religión cristiana.