Iglesia Católica

«Vengo desde Venezuela para rogar a la Virgen que vuelva la paz»

En el Santuario de Fátima se ha instalado un rosario gigante, obra de Joana Vasconcelos, que pesa más de media tonelada
En el Santuario de Fátima se ha instalado un rosario gigante, obra de Joana Vasconcelos, que pesa más de media toneladalarazon

Mientras el Papa Francisco se encontraba en el avión rumbo a Fátima, cientos y cientos de peregrinos aguardaban su llegada bajo un sol de justicia, tras días de intensas lluvias. En las diferentes explanadas del Santuario, algunos amenizaban la espera con canciones y guitarras. Otros, conversaban con los amigos y familiares, incluso con los que habían conocido durante su peregrinación. Había muchos que rezaban el rosario. Mientras, por los distintos accesos continuaban llegando grupos procedentes de distintos países. No obstante, la presencia española era la que más se hacía notar: eran muchos los jóvenes que decidieron peregrinar a Fátima juntos con sus amigos, sin importarles las inclemencias del tiempo ni la incomodidad que supone pasar la noche en un saco de dormir durante varios días para no perder su sitio en la Plaza de la Oración, donde el Papa ayer se dirigió a los asistentes.

Es el caso de Pablo y Rocío, una pareja de gaditanos que iniciaron su noviazgo gracias a la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) de Cracovia en agosto de 2016. «Queríamos venir a escuchar al Papa. Ya fuimos a Cracovia y tenemos ganas de escuchar a Francisco», asegura Pablo. «Algunos nos quieren hacer creer que estas cosas no están de moda, pero somos muchos jóvenes católicos que vivimos nuestra fe. En Cracovia fue impresionante», recuerda Rocío. Ambos le quieren pedir algo muy especial a la Virgen de Fátima: «Por nuestro noviazgo, para que siga intercediendo por nosotros». «Queremos invitar a todo el mundo a vivir experiencias como ésta, a no pensar que ya lo saben todo, sino a dejarse sorprender por el Señor», apunta Pablo al tiempo que recuerda cómo un amigo suyo no creyente les acompañó a la JMJ y desde entonces se ha acercado a la Iglesia.

Aunque la mayoría de los que se han acercado a Fátima son portugueses (alrededor del 82%) y españoles (4,6%), también había mucha presencia de italianos, polacos y latinoamericanos. Desde allí viajó Carlos. Cuenta a LA RAZÓN que decidió emprender un largo viaje desde Venezuela, junto a su mujer e hijos «para pedirle por la paz de nuestro país. Es lo que más deseamos. Todos saben que estamos atravesando una grave crisis». Siguiendo la estela del Papa, que anunció que en Fátima «rezaría por la paz del mundo, sin exclusión». Carlos expresó que de la misma manera, «venimos a orar por el bienestar de nuestro país y del mundo y para que Dios haga reflexionar a los gobernantes».