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Salud

¿Cómo podemos protegernos de los rebrotes?

El SARS-CoV-2 no se ha esfumado y el riesgo de contagio es una realidad a cualquier edad. Cumplir las medidas de prevención resulta clave para evitarlo

La "Nueva normalidad" desembarca en la vida diaria Kai FörsterlingEFE

Con la desescalada a pleno rendimiento, la denominada «nueva normalidad» ya se ha convertido en una realidad en toda España. Después de más de tres meses de confinamiento y un duro esfuerzo emocional, económico y social en la mochila, la epidemia del coronavirus comienza a estar bajo control en nuestro país a pesar de los distintos rebrotes que salpican la geografía nacional, buena prueba de que el virus no se ha esfumado y nos acecha a todos, ya que el Covid-19 no es una enfermedad únicamente de ancianos. Todo lo contrario, pues afecta por igual a personas de cualquier edad que, a su vez, pueden contagiar a otros.

El SARS-CoV-2 sigue con nosotros y lo hará hasta que tengamos disponible una vacuna para frenarlo o un tratamiento eficaz para combatirlo, por lo que resulta esencial extremar las precauciones y no bajar la guardia en la vuelta a la rutina en ningún caso, también entre los más jóvenes, pues nadie es inmune a su contagio.

Precaución a cualquier edad

«El virus sigue ahí y debemos pasar el verano conviviendo con él, por lo que resulta esencial tener muy presente las medidas de protección preventivas necesarias para evitar el riesgo de contagio en todas las edades», asegura María Araceli Arce, subdirectora general de Epidemiología de la Comunidad de Madrid, quien recuerda que «podremos disfrutar del verano con cierta normalidad, volver a compartir espacio y vivencias con nuestros amigos y familiares», pero haciendo hincapié en que «ahora es necesario incorporar algunos hábitos en el día a día que nos protegen y debemos aprender a relacionarnos con los demás de una manera más segura, incluidas las personas más jóvenes y sanas, ya que la enfermedad es potencialmente peligrosa a cualquier edad. Por ello, la prevención es responsabilidad de todos, si nos protegemos nosotros, también protegeremos a los demás», insiste.

La seguridad que nos permitirá vivir con cierta normalidad a partir de ahora es un trabajo de responsabilidad propia pero compartida por todos, sin importar la edad, las condiciones particulares o el lugar de residencia de cada uno de nosotros. «Aquí jugamos todos y cada cual tiene un papel clave en esta partida para que ganemos juntos», asegura Arce, quien recuerda que «cada persona puede poner su granito de arena incorporando gestos y rutinas de higiene y de protección básicos. Estos hábitos resultan decisivos para evitar el contagio del SARS-CoV-2 entre los jóvenes, que también pueden verse muy afectados por la enfermedad, y entre personas mayores o con enfermedades previas que pueden convertirse en más vulnerables frente al Covid-19. Esto es un trabajo común, pues todos podemos estar expuestos a un virus que es potencialmente peligroso a cualquier edad».

Seis reglas básicas

Conscientes de la gran capacidad contagiosa que tiene el nuevo coronavirus, para mantenerlo bajo control resulta esencial seguir algunas normas de protección. Tal y como recomienda Arce, podríamos hablar de seis reglas básicas

-Mantener el distanciamiento social de al menos un metro y medio, porque es la manera más eficaz de evitar el contagio.

-Lavarse las manos con frecuencia, ya sea con agua y jabón o con gel hidroalcohólico, pues así eliminamos cualquier virus y cortamos la cadena de transmisión.

-Utilizar mascarillas siempre que no sea posible mantener el distanciamiento, como en el transporte público o en espacios cerrados.

-Evitar tocarse la cara, ojos y boca, ya que son la puerta de entrada de los virus al organismo.

-Extremar la limpieza en casa con agua y lejía, principalmente en los elementos de uso común, sobre todo cuando se convive con ancianos y personas vulnerables.

-Por último, pero no menos importante, quedarse en casa siempre que aparezca algún síntoma de sospecha, como tos o fiebre, y estornudar en pañuelos desechables o en el codo, recomienda la epidemióloga, quien no aconseja el uso de guantes de forma habitual porque «pueden dar una falsa sensación de protección».

A pesar de que las cifras actuales resultan halagüeñas, no hay que caer en la trampa de la confianza, tal y como demuestran los numerosos rebrotes que se están produciendo en los últimos días. «Parece que se ha pasado el peligro, pero eso no es verdad y sería un error bajar la guardia ahora», advierte Arce, quien insiste en que «mientras el virus esté ahí, las armas que tenemos para luchar frente a él están a disposición de todos: distancia social, lavado de manos y mascarillas. Basta con concienciarse y hacerlo por mí, por ti y por todos», aconseja la experta en Epidemiología.

Ancianos y personas de riesgo

Bajo el lema «Por mí, por todos, por ti», la campaña de concienciación impulsada por la Comunidad de Madrid apela a la responsabilidad de jóvenes y adultos para hacer frente a la epidemia, ya que cualquier individuo está expuesto al virus y, por tanto, sufrir la enfermedad de forma potencialmente peligrosa.

Resulta esencial seguir medidas preventivas como mantener la distancia social; lavado de manos con frecuencia; empleo de mascarillas cuando no se pueda mantener el distanciamiento; toser en pañuelos desechables o en el codo y quedarse en casa ante cualquier síntoma.

Las precauciones deben extremarse, si cabe, en el caso de mayores de 70 años o personas con patologías previas graves o enfermedades crónicas. En este caso es recomendable evitar espacios concurridos y si cuenta con asistencia en casa resulta imprescindible que la persona que preste la asistencia también extreme las medidas de prevención.

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