Sociedad

Covid-19

Sanidad advierte del grave riesgo de consumir dióxido de cloro contra la Covid-19

La Agencia del Medicamento alerta de dolores abdominales, náuseas, broncoespasmo y hasta edema pulmonar

Dióxido de cloro, una controvertida cura para la COVID-19 en Bolivia
Elaboración de dióxido de cloroJorge ÁbregoEFE

La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios ha emitido una nota informativa en la que advierte de los graves riesgos para la salud que lleva aparejado el consumo de dióxido de cloro y de clorito de sodio (MMS). El organismo dirigido por María Jesús Lamas remarca que “no existe evidencia científica de ningún tipo de que sea eficaz para el tratamiento o prevención de la Covid-19 ni de ninguna otra patología”. “Dada la situación sanitaria ocasionada por la Covid-19 se ha promocionado a través de redes sociales y páginas web el consumo por vía oral de soluciones de dióxido de cloro (directamente u obtenido a través de clorito de socio, también conocido como MMS -Miracle Mineral Solution-) para el tratamiento o la prevención de la infección por SARS-CoV-2. Además de esta promoción, aprovechado la Covid-19, se han promocionado también como tratamiento para muchas otras enfermedades, como malaria, autismo, cáncer y enfermedades parasitarias o degenerativas. La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios advierte de que no existe ninguna prueba científica que avale supuestas propiedades, y estos productos no se han sometido a ningún tipo de evaluación o autorización por las autoridades competentes que garantice que la relación beneficio/riesgo sea positiva y así asegurar el derecho de los ciudadanos a la protección de su salud”.El dióxido de cloro, recuerda la Agencia, es un oxidante fuerte y su consumo supone un riesgo para la salud que puede ser grave en algunos pacientes y requerir hospitalización. “Su consumo directo puede producir dolor abdominal, náuseas, vómitos, diarrea, que pueden llevar a deshidratación, fallo renal, anuria, anemia hemolítica y metahemoglobinemia”. Sus vapores, añade, “pueden causar irritación ocular o respiratoria, broncoespasmo o incluso edema pulmonar”. El organismo dependiente del Ministerio de Sanidad concluye recomendando “encarecidamente no consumirlos en ningún caso: ni en formatos que se presentan aptos para consumo humano ni si se ofrecen como desinfectantes, blanqueantes o biocidas de uso industrial”.