Cardiología
Tener un corazón débil aumenta el riesgo de contagio por Covid-19
Las personas con estructuras cardíacas poco saludables son más vulnerables frente al SARS-CoV-2, según un estudio británico
Las personas con estructuras cardíacas poco saludables y corazones que funcionan peor tienen un riesgo significativamente mayor de ser diagnosticadas de infección por Covid-19, según una investigación de la Universidad Queen Mary de Londres (Reino Unido) publicado en la revista científica “Aging Clinical and Experimental Research”.
En concreto, los investigadores utilizaron la exhaustiva base de datos del Biobanco de Reino Unido, que incluye información sanitaria y genética de más de medio millón de participantes de todo Reino Unido, incluida una resonancia magnética detallada de sus corazones, así como vínculos con los resultados de las pruebas de Covid-19 de las autoridades sanitarias británicas. El equipo investigó los registros de 310 participantes en el Biobanco para comprobar si las características preexistentes de la anatomía y la función del corazón, demostradas en las resonancias magnéticas cardíacas, estaban relacionadas con un resultado positivo en la prueba Covid-19. Los resultados demuestran que las personas con estructuras cardíacas preexistentes poco saludables y una función cardíaca más pobre tenían más probabilidades de dar positivo en la prueba Covid-19. Estas relaciones parecían importantes incluso después de tener en cuenta posibles factores predisponentes como la edad, el sexo, el origen étnico, la privación, la diabetes, la hipertensión arterial, el colesterol alto y el infarto previo.
“En esta investigación hemos descubierto que una estructura y una función cardíacas más deficientes están relacionadas con un mayor riesgo de COVID-19 posterior. Esto es importante porque algunos estudios han sugerido que la Covid-19 puede causar daños estructurales en el corazón. Sin embargo, estos estudios sólo utilizan escáneres cardíacos de personas después de la infección, por lo que no pueden estar seguros de si las estructuras cardíacas deficientes eran anteriores al Covid-19”, explica la investigadora principal del trabajo, Zahra Raisi-Estabragh, miembro del equipo de Investigación Clínica de BHF en la Universidad Queen Mary de Londres. “En nuestro estudio, utilizamos datos de imágenes obtenidos antes del Covid-19 y demostramos que muchas de estas anomalías probablemente preexisten y predisponen a las personas al Covid-19, en lugar de ocurrir como resultado de una infección. Esta es una distinción muy importante para guiar nuestro manejo de pacientes con coronavirus“, añade.
Por su parte Steffen Petersen, profesor de cardiología de la Universidad Queen Mary de Londres que supervisó el proyecto, confirma que “actualmente hay mucha incertidumbre en torno a las relaciones entre el corazón y la Covid-19. Nuestro trabajo agrega una nueva perspectiva a este problema, ayudando a informan las estrategias de atención al paciente y de salud pública. Sin embargo, se requieren más estudios en diversas poblaciones y entornos para responder definitivamente a estas preguntas”, concluye.
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