Investigación

Una sola gota de sangre servirá para diferenciar la miocarditis de un ataque al corazón

Investigadores del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC) han encontrado el primer biomarcador en sangre que presenta una “eficacia” superior al 92% para diagnosticar miocarditis de forma rápida y sin necesidad de someter al paciente a cateterismos

Pilar Martín, investigadora del CNIC.© KIKE PARA.
Pilar Martín, investigadora del CNIC.© KIKE PARA.KIKE PARA

Un equipo de investigadores del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC) ha identificado el primer biomarcador en sangre para la miocarditis, una patología del corazón cuyos síntomas y signos son muy similares a los de un infarto de miocardio. En la actualidad no existe ninguna prueba no invasiva capaz de diferenciar entre ambas patologías, y por ello en la gran mayoría de casos es necesario realizar un cateterismo urgente para poder diagnosticar correctamente al paciente.

La investigación, liderada por la Dra. Pilar Martín y publicada hoy en la revista “The New England Journal of Medicine”, ha identificado la presencia de un biomarcador, un nuevo microARN (miR-721 homólogo humano) en sangre exclusivamente en pacientes con miocarditis aguda.

“Nuestro hallazgo puede convertirse en una nueva herramienta útil en la práctica clínica que permita un diagnóstico preciso y no invasivo de la miocarditis con tan solo una gota de sangre”, añade la Dra. Martín, cuyo proyecto está financiado con la Beca Leonardo para Investigadores de la Fundación BBVA.

Resultados en un par de horas

Pero, ¿en qué consiste exactamente? Tal y como explica la doctora Martín a esta periódico, “únicamente se necesitará de un pinchazo, como una prueba Covid. En un par de horas se tendría el resultado. Eso hoy, en un futuro la idea es evolucionar la técnica para que el diagnóstico se pueda tener en cuestión de minutos”.

Algo esencial,“ya que esta prueba podrá evitar en el futuro uno de cada diez cateterismos, ya que uno de cada diez eventos que la gente piensa que son infartos son realmente miocarditis. Pero se necesita hacer esta prueba invasiva porque hasta la fecha no hay herramientas que puedan diferenciar entre una cosa y la otra. Con este test ahora sí se podrá distinguir entre miocarditis y un infarto agudo de miocardio”, detalla la doctora Martín.

Y con unos resultados más que prometedores, ya que tiene una eficacia del 92,4%. En concreto, tal y como precisa la doctora, “presenta una especificidad del 92,4% y una sensibilidad de más del 95%”, para diagnosticar miocarditis y discriminar a los pacientes con esta enfermedad de otros con diferentes miocardiopatías como el infarto agudo de miocardio y también de otras enfermedades inflamatorias de origen autoinmune.

Para llegar a este logro, primero se halló el biomarcador en sangre en ratones y posteriormente se probó en pacientes.

“El hallazgo del miR-721 tuvo lugar en el plasma de ratones con miocarditis autoinmune y viral. Este miRNA es sintetizado por las células autoinmunes Th17 que reconocen antígenos cardiacos derivados de proteínas como la alpha-miosina y atacan el miocardio, siendo responsables en gran medida de la fisiopatología de la enfermedad”, explican Rafael Blanco-Domínguez y la Dra. Raquel Sánchez-Díaz, primeros autores del trabajo.

Asimismo, el grupo identificó, clonó y validó el miRNA homólogo humano del miR-721, que no estaba descrito, demostrando que es sintetizado por las células Th17 de pacientes con miocarditis y que su expresión es exclusiva del plasma de estos pacientes.

La validación en pacientes del biomarcador ha sido realizada por cardiólogos investigadores de “siete hospitales en España, dos en EE UU, uno en Suiza y uno en Italia. Se ha probado en pacientes con miocarditis, con infarto agudo de miocardio, en pacientes sanos y en personas con enfermedades autoinmunes como esclerosis múltiple, soriaris, etc. Aproximadamente se habrá validado en más de 500 pacientes”, precisa la doctora Martín.

¿Cuándo será realidad?

Tras este hallazgo, el siguiente paso, tal y como explica la doctora, “es hacer dos registros clínicos que ya están en marcha. Uno de ellos consiste en validar el biomarcador a pie de cama y el segundo en ver la utilidad de este biomarcador en pacientes con cáncer que estén en tratamiento de inmunoterapia”. Una vez concluidos, “se podría utilizar. Me imagino que en un par de años como mucho”, añade.

En definitiva, todo un logro ya que el diagnóstico de la miocarditis continúa siendo un reto y la disponibilidad de un marcador sensible y específico de inflamación aguda miocárdica podría tener un gran impacto clínico en la mejora del diagnóstico de miocarditis aguda en general, y del diagnóstico precoz en particular.

La miocarditis es una enfermedad inflamatoria del corazón causada por patógenos infecciosos, toxinas, fármacos o trastornos autoinmunes, que si no se trata puede evolucionar a una miocardiopatía dilatada, a necesitar un trasplante de corazón o incluso causar la muerte. Su prevalencia real sigue siendo incierta debido a la dificultad de lograr, en muchos casos, un diagnóstico confirmativo .

De hecho, su diagnóstico se suele establecer tras descartar la enfermedad arterial coronaria mediante angiografía coronaria invasiva o tomografía computarizada (TC), y posterior confirmación mediante biopsia endomiocárdica. Debido a que la biopsia cardiaca es agresiva, suele reservarse para los casos graves. Una alternativa a la biopsia es la resonancia magnética cardiaca (RMC), “sin embargo, no está disponible en todos los centros. En este contexto, disponer de un marcador de sangre validado es muy relevante debido a que ayudaría a realizar un diagnóstico rápido, no invasivo y evitando otra batería de pruebas”, añade Pilar Martín.

Además, “pese que la causa más frecuente de miocarditis es una infección viral, también puede ser secundaria a algunos tratamientos de otras patologías. De hecho, la miocarditis es un efecto secundario que, aunque es muy raro, es potencialmente grave en pacientes con cáncer que están recibiendo un tratamiento con los inmunoterápicos llamados “immune checkpoint inhibitors””, precisa la investigadora del CNIC la Dra. Raquel Sánchez-Díaz.

No obstante, tampoco existen marcadores específicos para diagnosticar los pacientes susceptibles de desarrollar miocarditis durante el tratamiento del cáncer con inmunoterapia.

El CNIC, el único propietario de la patente

El CNIC es el único propietario de una patente relacionada con el biomarcador y su uso para el diagnóstico de miocarditis. Actualmente el centro está en contacto con socios industriales interesados en su licencia que puedan contribuir al desarrollo y comercialización para que la tecnología llegue a los pacientes. “Este trabajo es un paradigma de cómo la investigación básica que se lleva a cabo en el CNIC contribuye al bienestar de la sociedad al trasladar a la clínica la investigación que llevamos a cabo en los laboratorios del centro”, añade el Dr. Valentín Fuster, director general del CNIC,

El estudio ha contado con la financiación del Ministerio de Ciencia e Innovación (MICINN), a través del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII)-Fondo de Investigación Sanitaria; CIBERCV; Comunidad de Madrid; Beca Leonardo para Investigadores de la Fundación BBVA; Fundació La Marató TV3, y diferente subvenciones del European Research Council.